Twitters, liberación y adoración
Twitters de Dios. Raimundo Venefrides (@PrVene), líder del Ministerio Joven del sudoeste de paulista, tiene una cuenta en el microblog. El sábado 8 de marzo él posteó: “Hay dos cosas explosivas: la alabanza y la alegría. No hay forma de mantenerlas e...
Twitters de Dios. Raimundo Venefrides (@PrVene), líder del Ministerio Joven del sudoeste de paulista, tiene una cuenta en el microblog. El sábado 8 de marzo él posteó: “Hay dos cosas explosivas: la alabanza y la alegría. No hay forma de mantenerlas encerradas en el corazón”. Después firmó con el hashtag #LEAELLIBRO. De inmediato, siete personas lo retwittearon.
Compartir un capítulo diario de la Biblia ha generado reenvíos de twitters. La iniciativa coloca a “Reavivados por su Palabra” entre los temas más comentados de la red. En el día internacional de la Mujer, el tema fue libertad y adoración, con base en Isaías 12. Énfasis central: después de una gran liberación siempre hay una gran adoración. En este mismo día, en Brasilia, el asistente jurídico de la sede sudamericana de la Iglesia Adventista, Vanderlei Viana (@VanderleVianna) twitteó: “Isaías 12 es el mejor capítulo... Solo 6 versículos y 119. Ayer la liberación y hoy la gratitud”.
En el estudio metódico de la Biblia, se descubren cosas realmente explosivas sobre la liberación y la adoración. La “explosión” de adoración comienza en el libro de Éxodo, cuando el mar se abre para dar paso a los hijos de Israel. Desde el punto de vista humano, eso era algo impensado. Además, había otros factores, según el relato del capítulo 14: el Faraón, líder de Egipto, perseguía al pueblo a poca distancia. Eran 600 carros militares, elegidos y equipados. El drama se acentúa porque “tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos” (v. 6, 7, 10). El pueblo se encontraba en el desierto y acorralado por las montañas (v. 11). Y, para colmo, la gente no avanzaba. Además de niños y animales, había personas que cargaban materiales y equipos sobre los hombros.
Cuando todo parecía perdido, Dios da la orden: “Di a los hijos de Israel que marchen” (v. 15). Cuanto más difícil y sobre humana es la liberación, más significativa, relevante y expresiva es la adoración. La “explosión de alabanza” solo sucede delante de “grandes liberaciones”. La cosa parecía realmente perdida cuando el ejército egipcio entra al mar con el camino seco (v. 23). En ese momento, Dios obra. El propio Cristo, el ángel del Señor, ya se había colocado atrás, para proteger y blindar al pueblo.
Entonces, empieza a aparecer una seguidilla de milagros. Dios trastorna el poder de Egipto, uno de los mayores imperios de la antigüedad, porque para él nada es imposible. Los generales se pierden y la cadena de mando se deshace. El registro bíblico le da énfasis a la epopeya: “y [el Señor] quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente”. La Nueva Versión Internacional completa el relato: “Entonces exclamaron los egipcios: ‘¡Alejémonos de los israelitas, pues el Señor está peleando por ellos y contra nosotros!’”.
Delante de semejante liberación ellos explotaron en adoración: “Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación” (Éxodo 15:1-2). Este cántico fue entonado junto a las aguas del mar. Elena de White revela en el libro Patriarcas y profetas que “Al despuntar el alba, las multitudes israelitas pudieron ver todo lo que quedaba de su poderoso enemigo: cuerpos vestidos de corazas arrojados a la orilla”[1]. Para cada liberación debe haber intensa alegría, alabanza y exaltación. De esta manera, la caminata terrenal será más suave y amena. Desde Natal, en el estado de Rio Grande del Norte, Erineide Françuelo (@erineidef) escribió en su Twitter: “Si hubiera más alabanza, habría menos críticas y desaliento”. Y cerró su publicación con “¡Sea agradecido, cante!”.
El capítulo 12 de Isaías es un salmo de acción de gracias. La profecía del capítulo 11 era clara: el Mesías liberaría a los justos de las manos de los opresores. El comentario bíblico adventista describe que “Se ha de entonar otro cántico de liberación cuando Jehová alce ‘otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo’”[2].
El cántico de Moisés será nuevamente cantado por los que “habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre”, según lo que registra Apocalipsis 15: 2. A propósito, el evangelista de la región central de la capital paulista, Cirilo Gonçalves (@prcirilo) publicó en su Twitter: “Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel".
¿Quiere darle significado a la alabanza? Mire hacia atrás y vea las maravillas que Dios hizo por usted. En el cielo, la alabanza será una realidad diaria. Desde Río de Janeiro, al comentar Isaías 12, el cantante Luiz Cláudio (@lc_luizclaudio) usó su Twitter para expresar: “El júbilo y la alabanza nos acompañarán en nuestra vida en la Sion celestial, en reconocimiento al poder de nuestro Gran Dios”. Serán “explosiones eternas” de alabanza y alegría en respuesta al amor de Dios. Delante de semejantes milagros preguntamos: ¿Cómo es su alabanza?
[1] WHITE, E. G. Patriarcas e Profetas. Buenos Aires: ACES, 2001; p. 292.
[2] DORNELES, V. (Editor). Comentario Bíblico Adventista. Buenos Aires: ACES, 1995. v.4 p. 159.