Más de 2,600 mujeres adventistas del norte peruano participaron del encuentro “Creciendo en Plenitud”
Evento promovió el crecimiento espiritual, familiar y misionero de las mujeres líderes de la Iglesia Adventista.

Del 22 al 24 de mayo, la Universidad Peruana Unión (UPeU) fue escenario del Encuentro de Damas “Creciendo en Plenitud”, que reunió a más de 2,600 mujeres adventistas de los cinco campos misioneros del norte del Perú. Organizado por el Ministerio de la Mujer de la Unión Peruana del Norte (UPN), el evento tuvo como propósito fortalecer el liderazgo femenino en la misión, la familia y la vida espiritual.

La programación giró en torno a los cuatro pilares de la mujer plena: con Dios, consigo misma, con su familia y con la misión. Desde su inauguración, con una Biblia abierta al centro del escenario y luces que simbolizaban la presencia divina, cada momento del encuentro buscó llevar a las asistentes a un crecimiento integral y una conexión más profunda con el propósito de Dios.


“Queremos formar mujeres líderes que sean un soporte en sus hogares, en sus iglesias y en el cumplimiento de la misión”, afirmó Elena Zubieta, directora del Ministerio de la Mujer en la UPN.
Formación integral

Durante los tres días de programación, las participantes tomaron parte en cultos personales, espacios de oración y cinco seminarios impartidos por especialistas en salud mental, salud física y formación espiritual. Los temas abordaron desde el autoconocimiento y el manejo emocional hasta la salud femenina y la influencia espiritual en la familia.
Momentos de fe, adoración y testimonio

El encuentro también estuvo marcado por testimonios conmovedores, reconocimientos especiales por 30 años de servicio ministerial, y tiempos de adoración dirigidos por el conjunto UPeU.
Uno de los momentos más emotivos fue el bautismo de nuevas creyentes, fruto del proyecto “Entre Amigas” y del trabajo evangelístico impulsado en cada campo.
Clausura con rumbo al cielo

El sábado 24, tras un día de consagración, Escuela Sabática, adoración infantil y el mensaje central “Una vida en misión”, se vivió una clausura simbólica y poderosa.
Los líderes y lideresas de iglesia se vistieron como pilotos y aeromozas, representando que el destino de la iglesia es el cielo. Además, cada mujer recibió una tarjeta de compromiso con los cuatro pilares trabajados durante el evento, firmando su decisión de vivir una vida plena con Dios.
Tal como se inició, el evento cerró con una Biblia al centro. Esta vez, fue simbólicamente cerrada, acompañada por un mensaje final: aunque se cierre aquí, debe permanecer siempre abierta en nuestros hogares.
Con una oración de gratitud, palabras de cierre y un canto final, el encuentro llegó a su fin, dejando un mensaje claro: la mujer adventista está llamada a vivir con propósito, con fe, y a reflejar a Cristo donde esté.

Una iglesia movilizada por mujeres que lideran
“Creciendo en Plenitud” reafirmó la visión del Ministerio de la Mujer: equipar y movilizar a las mujeres para ser agentes de esperanza en sus hogares, sus iglesias y sus comunidades.
