Líderes, pastores y misioneros voluntarios de la Iglesia Adventista en Santiago se reunieron en el Concilio Anual 2021 de la Asociación Metropolitana de Chile (AMCh) el viernes 26 de noviembre, con el objetivo de informar del trabajo de este año a la junta plenaria, así como presentar planes y objetivos para el año 2022.

“Una Iglesia en Movimiento” fue el título que llevó el concilio de este año, con la intención de alentar y motivar a la iglesia a seguir en movimiento en el cumplimiento de la misión y de mostrar cómo se ha continuado con el trabajo evangelístico, a pesar los tiempos difíciles en los que vivimos. Además, se enfatizaron las “7 Marcas de una Iglesia Discipuladora” que es la estrategia de trabajo que está utilizando la Iglesia Adventista en Chile.

“Tuvimos un concilio que para la iglesia es la evaluación de lo que ha significado el año en las diferente áreas de trabajo, la misional y educativa, por lo tanto al estar con cada uno de los miembros que pertenecen a este concilio hemos visto lo que el Señor ha realizado hasta ahora y es por eso que damos gracias a Dios por todo lo que ha hecho”, expresó el pastor Israel Jaramillo, presidente de la Iglesia Adventista en Santiago.

El concilio contó con la presencia del pastor Aldo Muñoz, presidente de la Unión Chilena (UCh), Claudio Pardo, tesorero de la misma entidad, Waleska Blu, directora del Ministerio de la Mujer de la Iglesia Adventista en Chile; un representante de las instituciones de la iglesia adventista presentes en el territorio de la AMCh (ADRA y ACES), así como la administración y directores de departamento de la Iglesia Adventista en Santiago. Además como orador invitado estuvo presente el pastor Pablo Millanao, catedrático de la Facultad de Teología de la Universidad Adventista de Chile, quien abordó algunos desafíos teológicos que tiene la Iglesia para enfrentar a la sociedad de hoy en día. 

“Agradecido de Dios por todas las bendiciones del 2020 y del 2021, enfocándonos al próximo 2022 con la plena certeza que Dios estará con nosotros. Asociación Metropolitana para la UCh es muy importante, pues es una de las cuatro asociaciones de la Unión… su importancia es muy valida, muy poderosa, debido a que es la Asociación que está en la capital del país, con la mayor cantidad de habitantes, por lo tanto mayor es el desafío” señaló el pastor Aldo Muñoz en respuesta a los momentos vividos en el concilio.

Por su parte, Pardo mencionó que se vivieron lindos momentos en las reuniones, puesto que a pesar de estar viviendo dos años en pandemia “la iglesia ha avanzado en todas las áreas y damos gracias al Señor porque hemos visto sus bendiciones. Hemos visto cómo la iglesia no se ha detenido, hemos visto también las bendiciones financieras y para el siguiente año hay varios planes que se están trazando y confiando en el Señor de que tal cual nos ayudó en el 2020 y 2021, nos seguirá ayudando en el 2022”. 

Tanto los administradores de la Unión Chilena, como de la Asociación Metropolitana, enfatizaron los siete desafíos en los que se está poniendo el énfasis del discipulado desde este año, “tenemos muchos desafíos y hay siete que hoy fueron presentados para que la iglesia pueda ir marchando. Tenemos desafíos con las nuevas generaciones, tenemos desafíos con los jóvenes, con los conquistadores. Creo que si nosotros embarcamos todo esto tendríamos que decir que hay un desafío con el liderazgo de la iglesia, hay un desafío con las nueva generaciones y hay un desafío también con la teología, que es un aspecto que vimos hoy día”, mencionó Jaramillo.

Durante el Concilio Anual, junto con dar el informe respectivo del trabajo del año, los directores de los diferentes departamentos de la Asociación Metropolitana se comprometieron a trabajar por alcanzar las metas fijadas durante el VI Congreso del campo celebrado en el mes de octubre de este año; colocando simbólicamente su compromiso dentro del "panal" que hacía alusión al trabajo conjunto y continuo que lleva "una iglesia en movimiento"

El pastor Aldo Muñoz, quien tuvo la meditación dentro del concilio hizo un llamado a trabajar por quienes necesitan de Jesús tanto dentro como fuera de la Iglesia. “Si buscamos a Cristo todavía, pedimos la dirección de su Espíritu, todos juntos nos activamos para ser participes de la misión, muchos santiaguinos y santiaguinas podrán conocer a Jesús y finalmente Cristo nos podrá venir a buscar” concluyó Muñoz en su entrevista.

Al finalizar, los asistentes recibiendo un trozo de cera con miel de abeja, haciendo alusión a las palabras del pastor Jaramillo, quien cerró el Concilio con un llamado a continuar en el trabajo ferviente por nuestra misión, evocando la visión de Daniel al mencionar que el evangelio pueda ser dulce al paladar al ser recibido, pero también dulce al vientre cuando prontamente sea cumplida la promesa del retorno de nuestro Señor Jesús.