Brasilia, Brasil… [ASN] Eliminar o reducir el consumo de carnes rojas es un deseo cada vez más grande entre las personas que buscan una alimentación más saludable. Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la carne roja como factor de riesgo probable para el cáncer. A pesar de la alerta muchas personas tienen temor de dejar la proteína de origen animal por considerarla insustituible.

Lea también

• Dieta vegana puede disminuir el riesgo de cáncer de próstata, de acuerdo a estudio adventista

Para Cristina Ferreira, gerente industrial de la empresa adventista Superboom (trabaja exclusivamente con una línea de productos saludables) con sede en Brasil, la soya es un excelente sustituto de la carne bovina, sin mencionar el precio accesible con la que se encuentra en los supermercados. “Entre las ventajas de la carne de soya están su bajo contenido de gordura, ausencia de colesterol, alto contenido de fibras y elevado contenido proteico”, enfatiza. Cada 100 gramos del grano contiene 36,5 gramos de proteína, mientras que la misma porción de lomo tiene sólo 19 gramos de proteína.

Evitar el consumo excesivo

A la hora de ingerir la soya es bueno tener cautela y evitar el exceso, alerta el médico Marcello Niek, director del departamento de Salud de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para ocho países de Sudamérica. “El consumo moderado, una o dos veces por semana, y en la forma más natural es siempre el más indicado y potencializa los efectos positivos del alimento”, explica.

Antes de consumir la soya, el ideal es dejarla en remojo por algunas horas, de preferencia de un día para otro, sustituir el agua y lavar los granos varias veces durante el proceso. Así, es posible reducir el contenido de las sustancias que actúan como nutrientes, es decir, impiden el aprovechamiento de los alimentos.

Pubertad precoz

Algunas investigaciones relacionan el consumo excesivo de soja al desarrollo precoz de la pubertad, cuando los niños se desarrollan antes de los 8 o 9 años de edad. Para el médico Niek la razón es compleja y está relacionada a diversos factores y variables de conductuales. “No hay un consenso general en la ciencia de que el consumo de soya pueda causar aisladamente el desarrollo precoz, aunque, de alguna forma, su consumo excesivo contribuya para eso”, finaliza. [Equipo ASN, Silaine Bohry]