El domingo 10 de julio jóvenes de las Iglesias Adventistas en Buenos Aires participaron del 1º Encuentro de líderes Caleb en la sede administrativa en Palermo.

Como todo evento de jóvenes el espacio quedo chico y las ganas, las fuerza y el entusiasmo no faltaron. La reunión duró tres horas, pero en cada bloque también faltaron minutos.

Hubo testimonios de varios grupos Caleb que están trabajando para proclamar un mensaje de Esperanza a sus comunidades, como el grupo de Villa Gesell Sur, Moreno, el grupo Caleb del Instituto Adventista Avellaneda entre otros. Historias de como dedican parte de sus horas para visitar a personas con alguna necesidad, a ir a las plazas a ofrecerles a los transeúntes conocer más sobre la Biblia y regalarles el libro Esperanza Viva. Relatos que muestran como jóvenes de 13, 15, 17 años, dan estudios sobre la Biblia a otros adolescentes de la misma edad que ellos. Testimonios que reforzaron el mensaje bíblico expuesto por el Pr Bentancor al comenzar la mañana.

El asombro, las sonrisas, la alegría y las ganas de servir a Dios fueron contagiosas, sobre todo para aquellos chicos que fueron con el deseo de comenzar un grupo Caleb en sus iglesias, pero no sabían por donde empezar.

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El encuentro fue transmitido en vivo desde el Facebook del Ministerio Joven ABo. Los saludos y fotos de aquellos que no estaban allí físicamente pero que seguían la transmisión, también fueron parte del programa.

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El encuentro llegó a su fin con el seminario del Pr, Raul Kruse, quien enfatizó la necesidad de que las actividades del grupo Caleb sean parte de las actividades de la iglesia.

La comunidad, el barrio quedará realmente impactada al ver a jóvenes, que por su edad podrían estar desperdiciando su tiempo y energías, pero en su lugar están ayudando en los cursos para dejar de fumar o de cocina. Ver jóvenes recibiendo a las personas en una serie de conferencias o visitando a personas que están postradas para leerles la biblia y orar por ellas. Jóvenes ayudando a embellecer sus iglesias y ayudando a restaurar un espacio público de su barrio, sin duda es el plan de Dios.

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