Grupo de adolescentes de la Iglesia Adventista de Calama

29 y 30 de noviembre 2014 - En una sociedad que va en contra de los principios de Dios, el Distrito Norte de Calama fijó su mirada en las jovencitas de la iglesia y desarrolló para ellas el I Encuentro de Adolecentes “Princesas de Dios”, quienes a su temprana edad recibieron información para entender la importancia de mantener su pureza hasta el momento del matrimonio.

En esa ocasión se reunieron 22 jovencitas de las iglesias del distrito Calama Norte para recibier orientaciones sobre: la autoestima, características de un verdadero príncipe azul, ventajas de preservarse hasta el matrimonio, moda: tips para vestirse bien y reflejar a Cristo.

Aquellos temas fueron dictados por las siguientes expositoras: psicopedagoga Natalia Escudero, enfermera Diana Quinteros, Gilda Guzmán y María José Figueroa. Con la ayuda de las tutoras Gisell Trigo, Cipriana Mondaca, Liliana Gallardo, Génesis Mouras y María José Jiménez cada charla se convirtió en algo práctico, pues separadas por edades realizaron talleres de gran beneficio para las chicas.

El objetivo de este encuentro fue que padres e hijas puedean mantener su promesa ante Dios para proteger la pureza física de ellas hasta que pisen el altar con su futuro esposo. En ese sentido, en el primer día hubo un momento donde el enfoque principal fue la "coronación" de las señoritas, las cuales fueron sorprendidas con cartas de los padres y una cena de gala.

Para la finalización del evento Zachary Araya, vestida de novia, compartió su experiencia aconsejándolas que todo en la vida tiene su tiempo, solo basta esperar la verdadera felicidad. Luego se realizó el “Voto de pureza” donde las princesas firmaron un pacto comprometiéndose a vivir de forma pura ante Dios mientras que al mismo tiempo sus padres firmaron el compromiso que vivirán una vida pura y moral, lo cual impactó a sus hijas haciéndolos guardianes de la virginidad de ellas.

La jornada terminó con una oración de consagración, y las "princesas" de manera simbólica lanzaron su globo hacia el cielo el cual llevaba escrito sus anhelos y proyecciones a futuro. Se retiraron confiados en que Dios cuidará y protegerá a las "niñas de sus ojos".