Integrantes de la clase de niños disfrutan de la creación de Dios en el Parque Histórico de Guayaquil.

Guayaquil, Ecuador...[ASN] “El Club de Aventureros y Castores no es una pérdida de tiempo, es una inversión”, son las palabras de Rosa Bermúdez, quien asiste con sus tres hijos al club de Aventureros “El Olam Kids”, de la iglesia de la Martha de Roldós. ‘Rosita’, como la llaman sus amigos asistió este domingo 16 de marzo al Parque Histórico con María, Lilia y Emanuel de ocho, seis y dos años de edad, respectivamente. A ella no le importó dejar de lado su trabajo, el cual es el sustento diario de su familia, todos los días ‘Rosita’ priorizó el pasar tiempo de calidad con sus hijos.

 Ella asegura que esta clase de actividades organizadas por el Club de Aventureros permite que los niños crezcan física, intelectual, pero sobre todo espiritualmente. Por esta razón ella decidió no asistir a su trabajo (venta de periódicos), para acompañar a sus pequeños a este emocionante paseo. Rosita decidió enseñar a sus hijos que,  amar a Dios por medio de la naturaleza es más importante que cualquier valor económico.

 Así como el “El Olam Kids”, muchos clubes en el Ecuador abren sus puertas a todos los niños que quieran vivir una nueva experiencia junto a sus padres. Pero sobre todo en comunión con Jesús, al realizar actividades de acorde a su edad despertando en ellos destrezas y buenos valores. [Colaboradores ASN, Alba Tuárez y Lia Salvador]