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Adventistas llegan a Islas Malvinas con actividades comunitarias

Adventistas llegan a Islas Malvinas con actividades comunitarias

Presencia de adventistas en las islas es fruto de oración y empeño en el servicio.


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Trabalhos comunitários feitos por voluntários têm sido bem recebidos pela comunidade.

Trabajos comunitarios hechos por voluntarios han sido bien recibidos por la comunidad.

Stanley, Islas Malvinas… [ASN] Un proyecto de la Universidad Adventista de Chile (UnaCh), con el apoyo del Servicio Voluntario Adventista (SVA), consolida la presencia adventista en las Islas Malvinas, o Falkland Islands (nombre en inglés), el arquipiélago helado en el sur de las Américas, área comprendida en el territorio de la División Sudamericana.

En febrero de 2012, los profesores de la UnACh Leonard y Linda Westermeyer, se mudaron a la región y fueron recibidos por el entonces gobernador Nigel Hayward. Allá iniciaron una intensa actividad para acercarse a la comunidad del territorio británico, ubicado en el Océano Atlántico a 483 km de Argentina.

Westermeyer dijo que el gobernador les dio un consejo: “para ser aceptados, intégrense a la comunidad hasta hacerse invisibles y no parecer extraños”. El matrimonio adventista siguió el consejo del gobernador en Stanley, capital y única ciudad, que tiene 2.120 habitantes. La población total de las islas que componen Falkland o Malvinas no llega a 3.000 habitantes. Cerca de 350 personas viven en áreas rurales, cuya actividad principal es la cría de ovejas con un rebaño de 600 mil animales.

Cerca de 400 militares residen a 56 km de la capital en la base militar donde también funciona el aeropuerto internacional que recibe semanalmente un vuelo de Chile y dos vuelos de Inglaterra. Cerca de 40 mil turistas visitan las islas todos los años para apreciar las bellezas naturales y conocer la historia de la “Guerra de las Malvinas”, conflicto entre Argentina e Inglaterra de 1982 por la soberanía del lugar.

 

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Integración con la comunidad

Tan pronto como pudo alquilar una casa, el matrimonio Westermeyer transformó su casa en un verdadero centro de influencia. La profesora Linda comenzó a dar clases de ingés gratuitamente a una pequeña comunidad de sudamericanos. Leonard realiza el trabajo voluntario en una escuela técnica del gobierno y en una organización no gubernamental mantenida por religiosos. “Apoyamos a los marineros con alimentos, ropa de frío, acceso a Internet para que se comuniquen con sus familias y distribuimos Bíblias y libros cristianos”, explica Leonard. En una de las dos emisoras de radio de las islas, Leonard y Linda presentan programas de estilo cultural y musical.

El frío intenso y los fuertes vientos no inhiben al matrimonio a participar de clubes de caminatas, eventos sociales, trabajos voluntarios en el centro comunitario del único hospital, además de realizar reuniones de grupos pequeños semanales en su casa con interesados en estudiar la Biblia. “El único bautismo adventista realizado en las Islas Falkland fue en 1974, cuando el pastor Benoni Cayrus bautizó al británico Christopher Spall, que hoy no vive más en el archipiélago”, cuenta Westermeyer.

Desafíos

El mayor desafío de integración social que tuvo el matrimonio fue en diciembre de 2012, cuando el gobierno autorizó el alquiler y funcionamiento de un canal de TV digital por la Universidad de Chile. Westermeyer y estudiantes de la universidad chilena prepararon un esquema de programación de 24 horas con el contenido de emisoras adventistas en inglés.
La programación para la capital se prepara en la residencia de la pareja. “Es una forma de alcanzar a las personas que viven encerradas en casa, en un lugar donde la temperatura media del año es de ocho grados, explica.
El proyecto de la Universidad Advenitsta de Chile continúa llevando jóvenes universitarios voluntarios a las islas, quienes enseñan el idioma español gratuitamente en las dos escuelas existentes. Una de las voluntarias trabajó como enfermera en el centro comunitario del único hospital, el King Edward VII Memorial Hospital.

Autorización

A principios de 2014 el Gobierno de Malvinas concedió la autorización legal para que una entidad caritativa adventista trabaje en el territorio, lo que posibilitará la colaboración de organismos locales y la adquisición de propiedades para residencias, como también terrenos para la construcción de locales de reuniones.
El pastor Bruno Raso, vicepresidente de la División Sudamericana y el abogado Vanderlei Vianna visitaron las islas Malvinas este año para conocer las actividades que está realizando el matrimonio Westermeyer. Algunos alumnos de las clases de inglés también participan del grupo pequeño de estudio de la Biblia los viernes de noche y de los cultos de los sábados.

Y supieron de una sorpresa inesperada. En marzo de este año, los Westermeyer recibieron una comunicación sorprendente. Acababa de llegar a las islas una familia adventista: El abogado jamaiquino Duane Allen que fue contratado por el gobierno para trabajar por dos años en un comité que actualiza toda la legislación del territorio. [Equipo ASN de la Redacción en un reportaje a Vanderlei Vianna]