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Estudiante experimenta milagro de sanación en respuesta a la oración

Su vida responde a un milagro divino ocurrido en respuesta de la ferviente oración de su madre y de los miembros adventistas de la iglesia en la ciudad de Puno.


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Marcelo agradece al Señor por las oportunidades de vivir y anhela ser un pastor para servirle en su causa.

Marcelo agradece al Señor por las oportunidades de vivir y anhela ser un pastor para servirle en su causa. [Foto: David Ramos]

Puno, Perú... [ASN] Marcelo Lino es un joven que acaba de culminar sus estudios del nivel secundario en Puno. Su vida responde a un milagro divino ocurrido en respuesta de la ferviente oración de su madre, Jessica Palacios.

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“Tuve una enfermedad muy grave, una especie de artritis juvenil. Me dolían las articulaciones, el dolor fue más intenso cuando estuve desfilando y tuve que ser trasladado al hospital”, expresó Marcelo. “Los médicos hacían lo que la ciencia médica indicaba pero no encontraban alguna medicina para mí”, añadió el joven. Cada vez, la enfermedad amenazaba en dejarlo postrado en una silla de ruedas por el resto de su vida.

Los diagnósticos arrojaban diferentes resultados, entre ellos, leucemia. Todo esto llevó a su madre a una desesperación, sin embargo, ella colocó todo en las manos de Dios. Con lágrimas y con mucha fe, ella clamó a Dios por la recuperación de la salud del mayor de sus hijos. Luego de algunos días, los médicos informaron que Marcelo se había recuperado pero que no encontraron la explicación a tan extraña recuperación, sin embargo, Jessica sabía que era un milagro de Dios.

“Un segundo accidente sucedió cuando hice una mala maniobra jugando. Caí al suelo y ya no acuerdo más. Luego desperté y estaba en la cama de un hospital, con agujas en el brazo”, explicó Marcelo, quien quedó inconsciente por varios días luego de sufrir una caída estrepitosa, dándose contra el concreto de la losa deportiva lo que causó un fuerte golpe en la cabeza.

“Nuevamente, los médicos informaban que mi estado era muy delicado y que mi vida dependía únicamente de un milagro. Recuerdo que mi mejor compañía era la oración de mi madre, ella suplicaba a Dios por mí”, explicó Marcelo con lágrimas. “Eran momentos tristes”, dijo.

Las iglesias adventistas de Puno se unieron en oración por Marcelo, rogando al Señor por una nueva oportunidad de vida para él. “Fue el momento en que conocí a los verdaderos amigos. La oración y las visitas de ellos al hospital, me llenaban de esperanza”, sostuvo. “Otra vez, Dios respondió”.

Los médicos no salían de su asombro cuando fueron testigos de una rápida recuperación de Marcelo. Su madre y la feligresía de la Iglesia adventista saben que únicamente Dios obró en la salud del muchacho.

Marcelo fue dado de alta con todos sus órganos sanos y sus huesos sin fracturas. Hoy vive para contar el poder de Dios mediante la íntima comunión. Agradece al Señor por las oportunidades de vivir y anhela ser un pastor para servirle en su causa. [Equipo ASN, Rosmery Sánchez]

Vea el testimonio en video: