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El líder que califica nudos y amarras con solo el 18% de la visión

Incluso con una enfermedad degenerativa, Amilton Cerqueira muestra que la perseverancia está por encima de los obstáculos.


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La participación en el Club comenzó con un desafío. En los últimos 18 años, Amilton ha ayudado a preparar el carácter de niños y niñas de su vecindario (Foto: Anne Seixas)

A sus siete años Amilton Santos Cerqueira descubrió que tenía una enfermedad degenerativa. A lo largo del tiempo, las dificultades para ver comenzaron a hacerse cada vez más frecuentes. Por eso, a los 16 años buscó un especialista, que le dio un diagnóstico preciso: Retinosis Pigmentar, presente en su familia hacía generaciones.

La enfermedad afecta la retina y, poco a poco, limita el campo de la visión. Pero debido a una manifestación diferenciada, el médico le garantizó que no llegaría a quedar ciego. Hoy, a los 49 años, logra ver solo el 18% durante o día. A la noche, nada.

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Sin embargo, esa condición no le impidió cumplir 18 años en el Club de Conquistadores. Además de director asociado del Club Galaxia, de Bahía, Brasil, es instructor de actividades manuales. “Para que usted tenga una idea, todo lo que incluye nudos y amarras está a mi cargo. Cuando un niño hace un nudo, ¿cómo sé que está mal? Paso el nudo por mis manos [para identificarlo]”, bromea.

En el día a día, Cerqueira se gana la vida como cerrajero, oficio que desempeña desde los 12 años. Hoy, para desempeñar su profesión, no depende necesariamente de sus ojos. Todo está en su mente y sus manos. De la misma manera, la experiencia que adquirió con los Conquistadores con el paso de los años le brinda seguridad para saber cómo actuar.

Nacido en el interior de Bahía, fue criado en el medio de la naturaleza, lo que resultó en más afinidad con el Club. “Cuando voy a los campamentos, me siento en casa. Y lo que los niños no entienden de insectos, de árboles, de hojas, de plantas, yo lo entiendo”, asegura.

Nuevas conquistas, nuevas responsabilidades

Debido al avance de su enfermedad, hace 5 años que ya no puede leer. Todo lo que consume es a través de audio. Incluso así estudia la Biblia. Por eso, al analizar una de las propuestas del Club de Conquistadores, que ofrece una serie de especialidades y grados de liderazgo que pueden ser conquistados para contribuir con el desarrollo personal, Amilton podría haberse sentido limitado para cumplir los requisitos propuestos, que incluyen lecturas, informes y actividades prácticas.

Pero para sorpresa de miles de participantes de la edición Alfa del V Camporí Sudamericano, él alcanzó uno de los grados más altos de la estructura del Club: ser Guía Mayor Master. Delante de un estadio repleto de personas, fue investido por el director mundial de Conquistadores, el pastor Andrés Peralta.

Desde el escenario, Amilton fue visto por más de 40 mil personas (Foto: Gustavo Leighton)

Con él, más de 600 personas recibieron los títulos de Guía Mayor, Guía Mayor Master y Guía Mayor Master Avanzado. “Fue uno de los momentos más emocionantes para mí”, menciona al recordar que contó con la ayuda de la esposa para hacer una de las partes esenciales del proceso. “El punto más difícil es que necesito de las personas para hacer los informes de cada actividad para alcanzar los objetivos”.

La conquista, en realidad, se convierte en una responsabilidad, evalúa. “Los niños me dicen que quieren ser como yo. Y yo oro mucho para que Dios me ayude a ser un ejemplo”, señala.

“Él ya es un ejemplo”, asegura Igor Barbosa Machado, de 12 años. “Con él aprendí que todos somos iguales y que yo necesito ser amigo de todos. Y también aprendí a respetar a las personas mayores”, comparte.

Marco Oliveira Silva, otro conquistador, de 13 años, escucha la conversación, se acerca y opina. “Lo que más admiro de él son las ganas de seguir adelante, de vencer y de estar mucho más cerca de Jesús”, señala. Son justamente las marcas que el Club desea dejar y que Amilton ve como resultado de su ejemplo, algo mucho más allá de lo que se puede ver.