El Espíritu Santo fue enviado como Consolador para conducir y confortar los corazones, recuerda la teóloga Mathilde Frey, del Instituto Adventista Internacional de Estudios Avanzados (Foto: Leonidas Guedes).

San Antonio, EUA… [ASN] En el sexto día del 60º Congreso Mundial de la Asociación General de los adventistas del séptimo día, la meditación de este martes 7 de julio, abordó el amor de Dios manifestado en la actuación del Padre y del Espírito Santo.

Never Alone (Nunca Solo) fue el tema de la meditación dirigida por la teóloga y doctora Mathilde Frey, del Instituto Adventista Internacional de Estudios Avanzados.

El texto base fue Juan 14:16-18, en el que Jesús hace la promesa del Consolador. Mathilde describe el escenario en que el versículo fue escrito. Jesús estaba al borde de la muerte, en un aposento alto, en Jerusalén. Fue en ese contexto que Él promete el Espíritu Santo, que estaría “siempre” con sus seguidores de todas las épocas. Ellos nunca estarían desamparados, solitarios.

El tiempo presente ha sido rotulado como la “era de la soledad”, recordó ella. “La mayor parte de las personas en este mundo se han sentido solas”, constata la teóloga. Pero pregunta: “¿Cómo alguien puede estar solo si estamos conectados a apenas un ‘me gusta’ de amigos que viven en otros continentes?”

Presencia constante del salvador

Mathilde además argumenta que los datos científicos muestran que el sentimiento de soledad mata dos veces más que la obesidad y el alcoholismo. “Es una paradoja de nuestra sociedad que las redes sociales nos distancian aun más”, cuestiona.

Pero en cuanto a ese problema, ella recuerda las palabras de Jesús en Juan 14:18, en el que Él promete no dejar huérfanos a sus hijos. Para eso Él prometió el Consolador, el Espíritu Santo, alguien que ayuda en cualquier necesidad.

Antes de concluir, la teóloga menciona el pedido de Felipe a Cristo (Juan 14:8), que quería ver al Padre. El discípulo está, en verdad, buscando un padre. Y es solamente en este contexto que se puede entender Juan 14:16, cuando Jesús dice que rogará al Padre y “y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”.

Seis casos, entre ellos el de Nicodemo y el de María Magdalena, fueron usados por la oradora de la mañana para mostrar que el amor de Jesús es una demostración del gran amor de Dios. Al final, quien miraba a Cristo veía exactamente al Padre (Juan 14:9) y quien le ama y guarda sus mandamientos recibe al Espíritu Santo y jamás será huérfano, nunca estará solo.

El culto matutino es transmitido diariamente vía internet, todos los días, hasta el próximo viernes, 10 de julio. Para acompañar, acceda: http://gc2015.adventistas.org [Equipo ASN, Márcio Basso]