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La Iglesia comunica el fallecimiento del Pr. Arroyo y su familia

  Con profundo dolor y tristeza comunicamos el fallecimiento del Pastor David Arroyo Arancibia y su familia, quienes perdieron la vida en un accidente automovilístico el domingo 11 de febrero. Producto del mismo, fallecieron David, su esposa Mir...


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Con profundo dolor y tristeza comunicamos el fallecimiento del Pastor David Arroyo Arancibia y su familia, quienes perdieron la vida en un accidente automovilístico el domingo 11 de febrero. Producto del mismo, fallecieron David, su esposa Miriam Viviana(47), sus hijos Karen Maylén (20) y Santiago David (8), y Lucas Tomás Leguizamón (19), un sobrino que vivía en Mar del Plata.

David nació el 2 de diciembre de 1961 en Tupiza, Bolivia. Conoció al Señor en Buenos Aires y se bautizó en la iglesia de Liniers el 6 de febrero de 1982. El 18 de diciembre de 1988 se casó con Miriam Viviana Gadzewiez en la Iglesia de Caseros, Buenos Aires. Llamado por el Señor para ser un ministro, se formó como Licenciado en Teología en la Universidad Adventista del Plata (UAP). El 17 de mayo de 1993 iniciaron juntos el ministerio pastoral en la Asociación Argentina del Sur. Allí sirvieron durante 16 años en los distritos de Necochea, Caleta Olivia, Zapala, Esquel y Villa Regina. A comienzos del 2009 fueron invitados a trabajar en la Asociación Argentina del Norte. Durante 9 años desarrollaron su ministerio al frente de los distritos de Posadas 2 y Eldorado, ambos en la provincia de Misiones.

Miriam Viviana, oriunda de Capital Federal, se formó como docente en la UAP y sirvió a la iglesia como tal en diferentes instituciones educativas adventistas en el sur y norte del país. Desde el año 2015 se desempeñaba como directora de la Escuela Adventista de Eldorado, donde también Santiago iba a iniciar el 4º grado.

Tanto Karen como Lucas, eran alumnos en la UAP; ella en la carrera de Licenciatura en Psicología y él, en la de Contador Público Nacional.

Como Iglesia, agradecemos al Señor por el ministerio pastoral de la familia Arroyo. Aunque la tristeza nos embarga, recordamos uno de sus textos preferidos: “Estos confían en carros, y aquellos en caballos, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios” (Salmos 20:7).

Oramos por los familiares, para que Dios los consuele y fortalezca en este difícil momento. Nos aferramos a las palabras de Apocalipsis 21:14: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.

También recordamos la promesa que nos llena de esperanza, la cual se cumplirá en ocasión de la pronta venida de nuestro Señor Jesucristo: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16).

 

Iglesia Adventista del Séptimo Día
Unión Argentina