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¿Por qué es importante el culto familiar?

La importancia del culto familiar es clave para los grandes y chicos. Conocé la historia de la familia Gómez-Hein y cómo es su experiencia.


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Sin duda que existen muchas maneras de conocer el mensaje de Cristo. Iglesias, internet, radio, televisión y la lista podría seguir. Pero existe una que surge desde nuestros hogares. En muchos casos el primer contacto que tienen los niños con el mensaje de Jesús es en sus propias casas, junto a su familia.

Tal es el caso de Martín y Nancy, el matrimonio Gómez-Hein. Actualmente ellos viven en Lib. San Martín, provincia de Entre Ríos, Argentina.

Semanas atrás el Ministerio del niño de la Iglesia Adventista para Sudamérica publicó en su cuenta de Twitter el video de ellos haciendo el culto familiar. Martín junto a su esposa Nancy y a Paulina de 2 años y 10 meses; y Julieta, de 6 meses; sus hijas.

En contacto con Martín, destaca que “el culto familiar es el núcleo del día, el único momento en el que estamos siempre juntos, y lo que hacemos es estudiar la Biblia, cantar y orar juntos”. Con respecto al beneficio que trae dedicar este tiempo en familia señala: “El beneficio completo tal vez no lo sepamos, porque creemos que la Biblia es un libro especial, que tiene un poder que viene del cielo, y transforma la vida de quienes la estudian. Sin embargo, vemos el beneficio de realizar cosas juntos, porque eso une como familia”.

A veces es difícil encontrar ideas y estrategias para llamar la atención de los niños. En este sentido Martín comenta que utilizan las cosas que tienen en la casa. Algunas de ellas son regalos de los abuelos, como libros y materiales bíblicos... “Pero creo que más allá del ingenio –comenta Martín- Dios es el que trae la comprensión a la mente del niño. Uno solo cuenta las historias, el resto lo hace el Espíritu Santo”.

Claro está que la mente de los niños se fortalece y desarrollan rápidamente. Aprenden mirando, escuchando, observando lo que sucede en su entorno. El culto familiar es un espacio propicio para encontrarse y reencontrarse con los miembros de la propia familia.

Gómez reflexiona respecto de las influencias que pueden tener las historias de Jesús en sus hijas: “Lo que notamos todos los días es la batalla que hay entre el bien y el mal. Mis hijas no son perfectas, y hacer el culto tampoco las transforma en tales. Pero sabemos que las historias quedan grabadas profundamente junto con las enseñanzas: un ejemplo de esto es que Paulina empezó a cantar himnos que le cantábamos de recién nacida como al año, cuando empezó a cantar. Es sorprendente cómo aprenden todo”.

Pero a veces las exigencias y el tiempo requieren flexibilidad para que los chicos tengan su culto todos los días. En ciudades como Buenos Aires, Rosario, Córdoba, los tiempos son tiranos y más cuando cada uno de los padres trabaja, tiene sus horarios, viajan horas para ir y regresar del trabajo y los desafíos laborales imprimen un cansancio que luego es difícil aplacar. Por eso la importancia del culto familiar se hace aún más necesario en este contexto.

Según la experiencia familiar de Martín y Nancy el momento del día para realizar el culto es un poco flexible. “Generalmente lo hacemos por la tarde cuando yo vuelvo de trabajar. Pero a veces lo hace la mamá con las dos hijitas cuando sabemos que no vamos a estar todos juntos y despiertos. Lo más importante es que ellos puedan recibir su historia todos los días. Si lo podemos hacer todos juntos, mejor.” Cierra Martín.

Queda claro que la flexibilidad es un factor importante a la hora de tomar la decisión de inculcarles a los niños la importancia del culto familiar.

Martín Gómez culmina la entrevista reflexionando sobre este tema tan importante: “No es fácil hacer el culto familiar todos los días. Pero es un acto de fe. Los niños y los padres se ven grandemente beneficiados por tener un altar en el día donde adorar a Dios. No son solamente los niños. Y vale la pena hacer el esfuerzo!”.

(Por Alexis Villar)