Por Jessica Rodríguez

Silvia en la inauguración del templo adventista La Esperanza.

Durante el mensaje central, impartido por el pastor Köhler, el líder mencionó que los templos son sólo un instrumento para cumplir la verdadera misión que tiene la iglesia, que es la salvación de las personas.

Y eso fue lo que sucedió con Silvia Grajeda, dueña de un salón de eventos cercano a la iglesia, que estuvo presente en el programa de inauguración. Silvia estaba pasando por problemas dentro de su familia y a menudo se deprimía, hasta que un día su hija le dijo que había sido invitada a una iglesia y que se sintió muy bien; por esa razón también invitó a su mamá para asistir.

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“Siempre que pasaba por la construcción de la iglesia yo pensaba – este templo va a ser hermoso, quisiera visitarlo cuando termine – no sabía que era la iglesia a la que mi hija me estaba invitando”. Silvia, también, dijo que se sintió muy bien participando de los programas que tenía la iglesia. “En ese momento lo único que quería era encontrar una esperanza para mi vida y cuando supe que la iglesia tenía ese nombre, sentí que era la respuesta que yo estaba buscando”, dijo Silvia al contar su testimonio en el programa de inauguración.

Ahora su hija ya es miembro de la iglesia y Silvia declaró su anhelo de ser parte de esta familia. “Yo quiero pertenecer a esta iglesia”, dijo Silvia al terminar su testimonio.