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Monumento perpetúa gratitud de los Conquistadores a la ciudad de Barretos

Se inauguraron dos relojes durante la quinta edición del Camporí Sudamericano. Uno de ellos está dentro del Parque do Peão.


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Conquistadores participan de la inauguración del reloj de sol en la región de los lagos al lado de líderes de Brasil y de otras localidades del mundo (Foto: Leônidas Guedes).

Además de participar de las actividades recreativas y espirituales del V Camporí Sudamericano, los conquistadores también dieron su contribución a la ciudad de Barretos, elegida para ser sede del evento. Durante las dos ediciones del evento, realizaron servicios como limpieza y pintura de los cordones de las veredas, ferias de salud, entrega de libros y plantación de árboles. Y, de forma permanente, dejaron dos relojes de sol, que marcan la hora con la ayuda de la naturaleza y quedarán en el municipio.

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Uno de ellos puede verse cerca de la estatua principal, en el Parque do Peão, y el otro en una plaza de la región de los lagos, dentro de la ciudad. En la inauguración de ambos, estuvieron presentes representantes de los Conquistadores a nivel nacional, sudamericano y mundial, además de diversos clubes.

Para Hugo Rezende, jefe de gabinete de la municipalidad de Barretos, el reloj deja la marca en la ciudad. “Creo que será un punto turístico donde niños y adultos aprenderán más sobre esa forma interesante de medir el tiempo y recordarán el importante trabajo que los conquistadores hicieron aquí”, subraya.

De acuerdo con Anderson Carneiro, director general de los conquistadores en la región noroeste del país y uno de los responsables de la iniciativa, el objetivo es registrar una marca histórica en el municipio en ocasión del paso de 100 mil conquistadores por Barretos. “Queremos regalarle a la ciudad algo que tiene mucho que ver con la naturaleza, con la cual tenemos bastante contacto”, explica.

Para los conquistadores, el reloj representa orientación y hace recordar sobre el uso del tiempo para Dios. “Es importante para que ellos entiendan que hay tiempo para todo debajo del sol. Y el factor principal es que dediquemos a Dios el tiempo que tenemos para cuidar nuestra salud física, mental y espiritual”, concluye.

¿Cómo funciona?

Con su origen en el pueblo egipcio alrededor del 3.500 a.C., el reloj de sol funciona en total asociación con la naturaleza. En el hemisferio sur, el puntero se posiciona a 45 grados y sigue el orden este-oeste del sol. Cuando la luz solar refleja en el puntero, la sombra de este pasa por los horarios en un compás de 180 grados, y es posible ver el horario.

El adolescente Henrique Souza, de 13 años, vino de la región de Serra, en Espírito Santo, para participar del campamento y se contentó al saber que va a dejar su marca dentro del Parque. “Me parece interesante porque cuando las personas pasen van a poder sacar fotos y admirar. Este reloj demuestra un poco de nuestra historia y de la relación diaria que tenemos con la naturaleza”, declara.

El reloj fue producido en tres días por el equipo del conquistador y escultor Enéas Ribeiro. Según él, que trabaja en el rubro desde los 13 años, en la construcción se utilizaron fibra de vidrio, resina de poliéster y algunos minerales, lo que garantiza una larga durabilidad. Es el mismo material utilizado en lanchas y barcos, que resiste las diversas variaciones climáticas, como la humedad y el calor.

El conquistador Henrique Souza está en el club hace 3 años y participa por primera vez de un Camporí Sudamericano (Fotos: Naassom Azevedo).

Enéas se siente honrado de haber participado de la construcción de este instrumento. “Es una recompensa inmensa que Dios me dio al construir este reloj, que tiene un significado especial para nosotros, conquistadores, porque marca el tiempo, nuestro paso por el lugar y la diferencia que todos nosotros hicimos en esa ciudad durante el Camporí”, destaca.