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Evangelismo

"El compromiso de mi familia y el poder de la oración"

Del 18 al 27 de febrero la Iglesia Adventista en Paraguay participó del programa 10 días de oración. Durante estos días, como en la vida de Luz Gamarra, muchos milagros fueron presenciados por el poder de la oración.


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Luz entregando su vida a Cristo junto al pastor distrital.

Luego de culminar un año desafiante, la Iglesia Adventista en Paraguay inició el 2021 reavivando el área espiritual con le movimiento “10 días de oración”.

Del 18 al 27 de febrero durante las programaciones de la noche la feligresía desarrolló los temas de la revista “Familias fieles hasta el fin” y participaron de los desafíos que fueron presentados durante los programas. Además, en muchas familias nació el deseo de realizar un nuevo compromiso con Dios.

Gracias a la semana especial de los “10 días de oración” Luz Gamarra decidió entregar su vida a Cristo a través del bautismo.

Testimonio de Luz Gamarra

“De pequeña siempre tuve el deseo de aprender las enseñanzas de la Palabra de Dios, pero mis padres en mi casa no tenían la costumbre de abrir la Biblia ni leerla. Cuando con mis hermanos preguntábamos el por qué, mis padres nos respondían: “Cuando sean grandes van a elegir la religión que deseen, nosotros no enseñaremos esto en casa.”

Cuando me casé con mi esposo, junto a él iniciamos la búsqueda de la verdad. A partir de allí empezó una nueva visión de la vida para mí.

Más adelante pasamos momentos muy difíciles; sufrimos la pérdida de nuestro segundo bebé. Casualmente fui atendida en el Sanatorio Adventista en Asunción y junto a la cálida atención de sus profesionales nació una nueva esperanza. Queríamos conocer más sobre ellos, y sin duda, si Dios nos permite tener hijos los enviaríamos a una Educación Adventista.

Cuando mis hijos Armando y Ariel estuvieron en edad escolar elegimos enviarlos al Colegio Adventista de Asunción porque deseábamos que desde pequeños inicien en los caminos de Dios. Además, los inscribimos a las actividades del club de Conquistadores y Aventureros. Pasando algunos años mis hijos sintieron el llamado de Dios y decidieron entregar sus vidas a Cristo. ¡Fueron los primeros!

En el año 2019 mi marido comenzó a estudiar más a profundidad la Biblia, aunque yo aún no lo había decidido. Meses más tarde mi padre falleció, pero en sus ojos presencié la transformación que Cristo ya había hecho en él y descansó en paz; Este fue mi primer llamado. Más adelante, mi esposo enfermó repentinamente. En aquel momento reafirmé mi convicción de que ya era el tiempo de tomar mi decisión por Cristo, y allí comencé con mis estudios bíblicos junto a mis hijos y amigos de la iglesia.

Solo faltaba un pasito más: ¡Necesitaba un milagro! Hasta el momento asistía a mi trabajo hasta el viernes de noche; y para ser fiel a Dios necesitaba que Él intercediera por mi.

Este fue el pedido principal de mi corazón, y lo compartí durante los 10 días de oración. Al segundo día Dios ¡ya había hecho el milagro!

En aquel momento decidí llamar al pastor para contar la noticia e iniciar con los preparativos del bautismo, y en el cierre de los 10 días de oración entregué mi vida a Cristo.

Hoy creo firmemente en el poder de la oración. Gracias a ella y a la incesante plegaria de mi familia entregué mi vida a Cristo en el cierre de los 10 días de oración.

Luz compartió su testimonio de transformación y presentó a la iglesia los milagros de Dios