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Adolescentes adventistas en Ecuador visitan exteriores de hospital para orar con las personas

El Ministerio Infantil y Ministerio del Adolescente de la Iglesia Adventista en el sur de Ecuador promovió acciones de servicio a la comunidad, como parte del proyecto “10 días de oración".


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Jared y Abigaile, a la derecha, compartiendo un sándwich y el libro misionero con el prójimo. (Foto: Geraldine Flores)

Bajo el liderazgo de Celia Olivo y respetando las médidas sanitarias, los jóvenes adventistas se acercaron a los exteriores de unos de los centros de salud más conocidos de la ciudad de Guayaquil, el Hospital del IESS “Los Ceibos”, para compartir alimento y esperanza con las personas que por diferentes razones no pueden entrar a las instalaciones.

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El domingo 13 de febrero, los adolescentes y jóvenes del Grupo Pequeño Teen “Escuadrón de Jesús” se organizaron para preparar varios sándwich para entregarlos a las personas que no son de la ciudad y que deben quedarse a las afueras del hospital porque tienen algún familiar hospitalizado o para esperar ser atendidos. La finalidad fue compartir algo de comida, una lectura de esperanza y, sobretodo, orar con ellos.

Personas recibieron alimento y el libro "Esperanza para un mundo en crisis". (Foto: Geraldine Flores)

Durante los 10 días de oración los jóvenes y adolescentes sintieron la necesidad de ayudar, por eso decidieron ser parte activa de esta iniciativa. Al llegar al hospital comenzó a llover, pero a pesar de esto los chicos continuaron con su labor, todo con el objetivo de poder ayudar, orar con aquellas personas, darles algo para comer y compartir un libro que los llene de esperanza para enfrentar los momentos duros que atraviesan.

“Sentimos vergüenza y timidez al principio, pero después sentimos alegría al saber que pudimos ayudar a alguien brindándole comida y paz”, expresaron algunos jóvenes que lideraron la actividad como Jader y Jared Guamán, Abigail Roca y Jara Sánchez.

La oración fue la clave para realizar esta actividad. (Foto: Geraldine Flores)

Las personas beneficiadas no solo recibieron alimento sino también un mensaje de esperanza a través del libro misionero y la oración, demostrando que estos proyectos movilizan a un iglesia que se preocupa por su prójimo y ayuda a la comunidad.