Noticias Adventistas

Estilo de Vida

Joven matrimonio conoce a Cristo gracias a un encuentro familiar llamado Huellas

Leonel Tapia y Paola Prado, entregaron su vida a Dios mediante el bautismo tras participar del movimiento Huellas, proyecto de discipulado para las familias.


  • Compartir:

Momentos previos de su bautismo Paola está feliz junto a su esposo Leonel en el templo de la Universidad Adventista de Chile. (Foto: Nuevo Tiempo Chile)

Leonel Tapia tiene 25 años de edad, es técnico profesional en construcción, y junto a su esposa Paola Prado (25), están agradecidos por haber conocido a Cristo a través del movimiento “Huellas”. Sus vecinos Aarón y Nancy de la ciudad de Chiguayante en Concepción, los invitaron a participar de un Grupo Pequeño, que más que un encuentro semanal, era un encuentro familiar.

“El proyecto Huellas ha sido muy importante para nosotros. Todos los que participan del encuentro son como nuestra familia. Todos los jóvenes que están acá son nuestra familia y eso es lo más importante que ha surgido dentro del grupo. Nos vamos fortaleciendo unos a otros cada día en el Señor”, comentó Tapia.

Lea también:

Por su parte, Paola Prado, mencionó: “Cada vez que nosotros vamos a “Huellas”, salimos renovados, con una enseñanza bíblica, y eso es lo más bonito. Además, que tú vas conociendo a la persona detrás del hermano que tú ves normalmente en la iglesia. Nos preocupamos unos por otros, somos como una familia”, expresó Prado.

Así es, esa familia que comparte no solo una vez por semana, sino además en cumpleaños y fechas especiales, se dio a conocer en el encuentro Sudamericano “Huellas”; realizado en la Universidad Adventista de Chile del 31 de mayo al 2 de junio de 2019 con más de 240 representantes provenientes de Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Chile, del área del ministerio del Niño, Adolescente y Familia.

Participantes de diferentes lugares de Sudamérica presentes en el encuentro "Huellas" (Foto: Nuevo Tiempo Chile)

¿Qué es Huellas?

“Huellas”, es un movimiento de discipulado que promueve la unión entre las familias, la escuela, la iglesia, y lo más importante, promueve el trabajo por los niños y su vida espiritual, así lo afirma Gláucia Korkischko, líder del Ministerio del Niño y del Adolescente para ocho países en Sudamérica: “Para el movimiento Huellas, lo más importante es  que todos nosotros estemos unidos e involucrados en una misma misión y visión para llevar a nuestros hijos al cielo, que es nuestro mayor objetivo. Es relevante estar involucrados no solo en la iglesia, en la escuela, en el hogar también, y que todos nosotros conquistemos este único blanco”, declaró Korkischko.

El pastor Helder Roger, vicepresidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica dijo: “Huellas es un proyecto muy importante porque está atendiendo la mayor necesidad de la iglesia: que nuestros hijos permanezcan en la fe. Vivimos en un gran conflicto en estos momentos finales de la historia y la primera responsabilidad de los padres, es discipular a sus hijos. Esto es bíblico y está en el Espíritu de Profecía. Estamos muy contentos que este proyecto está viniendo con fuerza, poco a poco, ayudando a las familias a cumplir su misión y con seguridad vamos a salvar nuestros hijos para la eternidad”.

La idea del movimiento Huellas es que, “yo como padre de familia sigo las órdenes de Dios, actúo de acuerdo a sus mandatos y preceptos con amor. Mi hijo SIGUE MIS HUELLAS, y de esta forma vamos juntos al cielo”, explicó el pastor Alacy Barbosa, líder del Ministerio de Familia para ocho países en Sudamérica.

¿Cómo surgió Huellas?

Huellas fue creado por el pastor Donald Jay MacLafferty, misionero voluntario en Estados Unidos  y director del proyecto, quien explicó: “Soy un padre al que Dios tuvo que hacer un llamado para con mis propios hijos, y de hecho, Dios me llamó primero para ser un padre para mis hijos antes de colocar en mi corazón la idea de un ministerio llamado “Huellas”, que hace un llamado a padres ocupados para que vuelvan a discipular a sus propios hijos. “Huellas” no es solo un programa, es un estilo de vida, se trata de entregar nuestro corazón a Dios como familia, dedicando nuestros corazones en la nueva generación de hijos, y como familia, ser misioneros para Jesucristo en nuestra comunidad”, concluyó Donald.

Mientras tanto, la hija de Donald, Julie MacLafferty quien estaba a cargo de algunos seminarios y talleres mencionó: “Tuvimos momentos maravillosos de reunión con líderes de toda la División Sudamericana, y no solo líderes de Unión o pastores de iglesias, presidentes o maestros, sino también adolescentes, niños y familias. Estamos aquí por una razón, porque nos importan nuestros niños. Nuestro objetivo es saber cómo podemos unirnos cómo iglesia, como hogar, como escuela, para apoyar lo que hacen los padres para discipular a sus familias”, expresó MacLafferty, de la Iglesia Adventista Forest Lake en Orlando, Florida.

Momentos de talleres y entrenamientos en encuentro Huellas. (Foto: Raúl Salamanca)

Cabe destacar que en el encuentro se realizaron seminarios y talleres para padres, fortaleciendo el trabajo de discipulado que se debe realizar como familia.

“En Chile queremos nosotros también poder discipular a nuestros niños a través del movimiento "Huellas", es un movimiento que involucra a toda la familia y queremos como Ministerio del Niño y del Adolescente apoyar este discipulado, para que muchas familias puedan también involucrarse y puedan  llevar a sus hijos a los pies del Señor. Y no solamente a sus hijos, sino que puedan involucrar a otras familias” ,expresó Isabel Laborda, líder del Ministerio del Niño y del Adolescente para la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Chile (Unión Chilena).

“Agradecido de Dios porque este ha sido un fin de semana muy especial en la Universidad Adventista. Estamos desarrollando el gran movimiento huellas, que es el discipulado para las familias. Creemos como sede de la Iglesia en Chile que el centro de discipulado comienza discipulando a nuestras propias familias”, concluyó el pastor Aldo Muñoz, presidente de la Iglesia Adventista en Chile.

Se espera que este movimiento sea implementado en todo el territorio de la Iglesia Adventista en Sudamérica como fortalecimiento espiritual y de discipulado para las familias.

Mira algunas fotos del encuentro: