En estado de excepción y catástrofe se han declarado las diferentes regiones del sur de Chile a causa de los numerosos incendios que han provocado la quema de más de 56 mil hectáreas, 800 viviendas y 23 fallecidos.

Panorama desolador

Numerosos hogares se han reducido a cenizas y con ello múltiples damnificados comparten un lúgubre panorama donde la necesidad se ha hecho ver mediante los medios de comunicación.

Ante tal necesidad, los voluntarios de la Iglesia Adventista en el sur de Chile se han hecho ver extendiendo una mano para ayudar, todo esto junto a diversos miembros de iglesia liderados por el poderoso equipo pastoral.

En este contexto, los numerosos Proyectos Caleb han sido esenciales para extender ayuda los espacios más afectados por las llamas, como lo son: Lumaco, Purén, Galvarino, Lanco, Chol-Chol, entre otros.

Equipo pastoral en acción

El pastor distrital de Galvarino Nicolás Vicuña ha sido uno de los principales líderes de los grupos de ayuda en la zona afectada, quien nos da los siguientes detalles.

“Hemos estado apoyando a la comunidad de Galvarino con los jóvenes Caleb de nuestra iglesia, buscando aportar por todos los frentes posibles”.

“Dando soporte, ya sea apagando el fuego o haciendo corta fuegos; por otra parte, hemos recibido algunas donaciones en dinero y hemos transformado estos recursos en colaciones que estamos entregando a la comunidad y a los bomberos que están combatiendo el incendio”. Añade el pastor Vicuña.

Logrando repartir 200 colaciones junto con botellas de agua para el personal de emergencias. Dando lugar a una bella labor que llena el corazón de cada voluntario, apoyando en los momentos difíciles a quienes más lo necesitan.

Además, los medios de comunicación han hecho un férreo énfasis en todos los daños que ha sufrido la comunidad de Purén afectada por las feroces llamas.

Y es que más de 100 casas han sido consumidas por el fuego y al menos dos personas han resultado fallecidas en la localidad.

De esta manera Dios inspirando a sus hijos a dar auxilio a la comunidad en el sur de Chile, ha hecho que diversos pastores y líderes de iglesia se movilicen por la causa.

Siendo inspirado de esta forma el pastor Ernesto Quezada, distrital de Angol Sur de igual forma se ha puesto manos a la obra para ayudar al prójimo.

Tal como el mismo pastor Quezada relata con las siguientes palabras.

“Desde el momento que se activaron los incendios, la iglesia inmediatamente comenzó con la ayuda humanitaria de diferentes formas”. 

“Al ser tan desastroso el incendio y sin poder ser controlado, el primer actuar fue hacia los protagonistas que enfrentan el evento, los bomberos y voluntarios, entregando gotas de lágrimas artificiales y barras de alimento”. 

“Las hermanas de Purén y Lumaco han repartido más de 60 canastas familiares, además del acopio en el que se encuentran vajillas, teteras, platos, vasos, etc.

Por otra parte, las diferentes iglesias del distrito en forma espontánea comenzaron a amasar pan para poder compartir con las personas en desgracia y bomberos. Buscando así saciar las necesidades que se viven en la zona roja.

La iglesia sigue en movimiento

Ha sido notable la ayuda de los diferentes pastores y líderes de jóvenes, quienes no dudan en brindar soporte al próximo de forma desinteresada, dando soporte, ya sea aplacando las llamas o bien estando fuera de los supermercados, pidiendo cooperación.

La Iglesia Adventista en el sur de Chile se sigue movilizando para ayudar a la comunidad. El llamado es a ser parte de este trabajo, demostrando que estamos al servicio del prójimo, y que tanto el equipo pastoral junto a los hermanos de iglesia y los Jóvenes Adventistas están comprometidos con esta causa.

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