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Creencias fundamentales de los adventistas: La Nueva Tierra

Cuando es el fin y Jesús se ha llevado a todos los salvos, lo que les espera es un lugar perfecto, sin dolor ni sufrimiento.


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Ted Wilson (TW): Hola, amigos. Hoy estamos concluyendo nuestra serie de videos sobre las 28 creencias fundamentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Espero que hayan sido bendecidos con estos breves estudios de cada una de nuestras creencias basadas en la Biblia. Si desean volver a ver alguno de estos mensajes o compartirlos con un amigo, los encontrarán en el canal de YouTube de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el sitio web.

Nancy Wilson (NW): Nuestra Creencia Fundamental número 28 es muy emocionante: Se trata de la Tierra Nueva, un mundo que será perfecto, completamente libre de pecado. Será un mundo lleno de alegría y felicidad, un lugar donde nunca más habrá dolor ni sufrimiento.

El pecado y los pecadores serán destruidos por el fuego

TW: En nuestro mensaje anterior sobre el Milenio y el Fin del Pecado, hablamos sobre cómo el pecado y los pecadores serán destruidos por el fuego, y la Tierra será completamente limpia. En el libro de Apocalipsis, capítulo 21, leemos cómo el Apóstol Juan vio descender a la Nueva Jerusalén y asentarse sobre la Tierra. Luego escribe, comenzando en el versículo 3: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.” Y añadió lo siguiente: “Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.” (Apoc. 21:3-5).

Los salvos comerán del fruto del Árbol de la Vida y beberán del Río de la Vida

NW: ¡Qué lugar tan increíble! ¡Imagínese cómo será cuando toda la tierra sea restaurada de tal manera que todo sea perfecto y hermoso, un lugar donde viviremos en la presencia de Dios mismo para siempre! Podremos comer del fruto del Árbol de la Vida y beber del Río de la Vida. Y debido a la brillante gloria de Dios, allí no habrá noche. Viviremos para siempre con nuestros preciosos seres queridos que murieron en el Señor y resucitaron. Estas son solo algunas de las cosas asombrosas que podemos esperar en la Tierra Nueva.

TW: Al hablar de este maravilloso lugar, nuestra Creencia Fundamental 28 lo describe así:

“En la nueva tierra, en la que habita la justicia, Dios proveerá un hogar eterno para los redimidos y un ambiente perfecto para la vida eterna, el amor, la alegría y el aprendizaje en su presencia. Allí Dios mismo morará con su pueblo, y el sufrimiento y la muerte habrán pasado. La gran controversia terminará, y el pecado ya no existirá. Todas las cosas, animadas e inanimadas, declararán que Dios es amor; y Él reinará para siempre. Amén.”

Si desean obtener más información sobre lo que dice la Biblia sobre este tema, les animo a visitar el sitio web: adv.st/creencias.

NW: En la Nueva Tierra tendremos una eternidad para aprender, crecer y descubrir cosas nuevas. Podremos hablar con Adán y Eva, José, Daniel, Rut, María, los apóstoles y muchos más héroes de la Biblia. Y lo mejor de todo, ¡estaremos con Jesús, para siempre! Todo pecado, dolor y sufrimiento desaparecerá. No más odio, sólo amor. No más incredulidad, solo adoración y paz. No más pecado, solo salvación y seguridad. Será todo un planeta lleno de promesas y posibilidades sin ningún dolor.

Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios

TW: En el capítulo final del maravilloso libro El Conflicto de los Siglos, la autora inspirada escribe: “Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos; mundos a los cuales el espectáculo de las miserias humanas causaba estremecimientos de dolor, y que entonaban cantos de alegría al tener noticia de un alma redimida. Con indescriptible dicha los hijos de la tierra participan del gozo y de la sabiduría de los seres que no cayeron. Comparten los tesoros de conocimientos e inteligencia adquiridos durante siglos y siglos en la contemplación de las obras de Dios. Con visión clara consideran la magnificencia de la creación, soles y estrellas y sistemas planetarios que en el orden a ellos asignado circuyen el trono de la Divinidad. El nombre del Creador se encuentra escrito  en todas las cosas, desde las más pequeñas hasta las más grandes, y en todas ellas se ostenta la riqueza de su poder. (El Conflicto de los Siglos, 736).

“Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento”

NW: Ella continúa, “Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo. Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los corazones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre más ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y miríadas de miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente coro de alabanza.”— (Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 737).

TW: Amigos, yo quiero estar allí para unirme a ese poderoso coro de alabanza, ¿y a ustedes? ¡Ustedes pueden estar también! Dios anhela darnos a cada uno de nosotros el don de la salvación y la eternidad. ¿Le has entregado tu corazón a Él? Si no, no hay mejor momento para hacerlo que ahora mismo. Y si es así, ¿por qué no volver a comprometerse con Él ahora mismo mientras oramos?

Padre que estás en los cielos, te damos gracias por la asombrosa culminación del gran conflicto que trae a la justicia y a Cristo al frente, de modo que nosotros, junto con todos los que serán salvos por la gracia y la sangre de Cristo y lo que Él está haciendo por nosotros en el lugar santísimo del santuario celestial en este momento al interceder por nosotros, nos reuniremos en un evento tan maravilloso y glorioso donde estaremos juntos para siempre, por toda la eternidad.

Señor, nos sometemos a ti ahora mismo. Te pedimos que controles nuestros corazones para que nosotros y muchos otros nos unamos en esa gran y maravillosa culminación cuando nos elevemos al cielo y estemos con Cristo para siempre. En el nombre de Jesús, lo pedimos. Amén.


Ted Wilson es el presidente mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.