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Internet y las relaciones interpersonales llevan a las personas más cerca de la Iglesia

La iglesia en Internet se convierte en punto de encuentro para quien quiere estudiar la Biblia


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La realidad de una Iglesia viva en el digital llegó para quedarse (Foto: Shutterstock)

Decir que la pandemia cambió la forma de adoración es básicamente una redundancia. Después de más de un año de convivencia con el COVID-19, usted seguramente ya ha usado la tecnología para “asistir” a la iglesia. Eso se refleja en los números de acceso a los cultos on-line de algunas iglesias.

Muchas de esas congregaciones ya tenían una estructura que permitía las transmisiones con buena calidad. Sin embargo, muchas otras tuvieron que adaptarse e, incluso con pocos recursos, comenzaron a ofrecer los sermones, el estudio de la lección de Escuela Sabática y otros eventos a través de Internet.

Casos de éxito

Y el caso de la Iglesia Adventista en la ciudad de Campos dos Goytacazes, en Río de Janeiro, Brasil. Hasta ese momento, según el pastor Robson Menezes, quien lidera la comunidad, “existía una planificación a mediano plazo para el comienzo de las transmisiones; la pandemia agilizó el proceso”.

La mayor dificultad, sin embargo, fue la de capacitar a los miembros voluntarios que se encargarían de la parte técnica de las transmisiones. Aunque habían participado de una capacitación antes de la pandemia, como parte de la planificación, todo estaba muy en su comienzo, de acuerdo con el pastor Menezes.

Una vez sorteados los desafíos del área técnica, surgieron dudas en cuanto a la participación de los miembros de este nuevo tipo de culto. “Cuando los cultos se suspendieron, pronto iniciamos las transmisiones para facilitar el proceso, y tuvimos una respuesta positiva de la iglesia”.

Con el fin de mantener a la iglesia comprometida e involucrada con la sociedad, aunque a la distancia, el pastor Robson Menezes comenzó a hacer visitas virtuales. El teléfono y las videollamadas fueron los medios que le permitieron estar atento a las necesidades de los miembros, tanto espirituales como materiales.

Relación a distancia

"El trabajo de visitas on-line contribuyó bastante para que los hermanos continuaran conectados a la iglesia local. A pesar de que algunos pocos prefieren ver las transmisiones de otras iglesias, la gran mayoría de los miembros prefieren participar de los cultos locales”, describe Menezes.

Al contrario, la congregación del campus del Centro Universitario Adventista de São Paulo (Unasp), en la capital paulista, ya tenía una presencia fuerte en Internet. Hasta marzo del 2020, sin embargo, el público lo conformaba mayoritariamente personas relacionadas con la institución de alguna manera, como exalumnos o los familiares de alumnos.

Según Fábio Bergamo, publicitario y responsable por la presencia digital de la iglesia Unasp, “después de una reestructuración de la comunicación como un todo, unido a la pandemia, el canal pasó a ser la  iglesia en sí. Nuestra posición de marca es ‘Lugar de encuentros’ y eso se transfirió totalmente a nuestros canales digitales. Se convirtió en el lugar de encuentro de verdad”.

Al principio, era posible contar con una atención más individualizada con los espectadores. Sin embargo, a medida que tenía lugar el crecimiento exponencial de la audiencia, fue necesario crear recursos para mantener el contacto con esas personas. “Creamos formularios especiales para los diferentes tipos de pedidos de atención: estudios bíblicos, oración, bautismos. Estos formularios son enviados a los responsables de la coordinación el contacto con los interesados”, explica Bergamo. Hoy el culto de los sábados recibe cerca de 15 mil personas en simultáneo, aproximadamente el triple de miembros registrados en la iglesia local.

Después de algunos meses de pandemia, cuando los templos se reabrieron, la inseguridad sobre el regreso de las personas a la convivencia presencial se convirtió en un motivo de aprensión. Sin embargo, una investigación realizada por el departamento de Estrategias Digitales de la Iglesia Adventista en Sudamérica señala que el 63% de las personas desean volverá la modalidad tradicional de los cultos.

Misión en la práctica

Quien también está preocupado por el asunto de los miembros relacionados con la música. Este grupo, con el deseo de presentar a Cristo a otras personas de manera más intensa, creó una especie de la escuela bíblica digital. “La idea de ofrecer enseñanza sobre el libro sagrado del cristianismo a quienes ya escuchaban nuestra música”, cuenta Rodrigo Palheiro, líder del proyecto. Cerca de 57 voluntarios se dividen en equipo para cuidar de aproximadamente 84 personas interesadas en estudiar la Biblia.

Estos equipos, llamados ministerios, actúan con la tecnología, contenido, participación en las redes sociales y la relación con los participantes. Este último, en especial, trata de integración del medio digital con la iglesia física, presencial.

Los estudios se hacen por videoconferencia en grupos de hasta 10 personas durante la semana y, los domingos, se hace un programa especial con un invitado que invita a todos a contar sus experiencias. Hoy hay 87 personas en fila de espera para participar del proyecto llamado Bons Ventos [buenos vientos], y los voluntarios están trabajando para dejar la lista en cero.

Predicación en todos los idiomas

En Paraguay, además de español, el guaraní es uno de los idiomas oficiales. En algunas regiones, es el único idioma que se habla. Cuando comenzó la cuarentena, en 2020, el pastor Anastacio Gimenez decidió grabar mensajes bíblicos para ese público. La idea salió de su hija y el proyecto creció. Lo que había sido creado solo para su región, hoy se convirtieron en mensajes de tres minutos que se transmiten en radios locales y también son enviados a paraguayos que viven en otros países por medio de Whatsapp, Facebook y Youtube.

Con casi 60 años, Gimenez cuenta que hace todo en su casa con el celular y no puede precisar cuántas personas reciben el contenido, puesto que quien lo recibe en su celular también se lo comparte a otros.

Iversiones

La Iglesia Adventista del Séptimo Día viene invirtiendo en contenido digital hace algunos años, por eso, cuando la pandemia llegó, ya había una estructura lista para atender esa demanda. Esa  iniciativa atrajo a un nuevo público.

"Muchas personas que conocían a los adventistas, pero tenían cierto recelo de visitar una iglesia, pudieron ver cómo esta funciona y tuvieron la oportunidad de participar e involucrarse”, explica Carlos Magalhães, gerente del departamento de Estrategias Digitales de la Iglesia Adventista en Sudamérica. Además de este nuevo público, las personas que alguna vez pertenecieron a la denominación vieron en esta herramienta una oportunidad de retomar el vínculo religioso.

Un factor a considerar es la diversidad de contextos que se encuentran en los países sudamericanos. Algunas regiones no tienen acceso a Internet ni condiciones financieras para adquirir el equipo mínimo necesario. De esta manera, los recursos ofrecidos por la institución y por Nuevo Tiempo son providenciales para ayudar en la adoración.

Una de estas herramientas es Esperanza, un robot que ofrece cursos bíblicos por WhatsApp. Además, las series de sermones y las dudas bíblicas en los canales digitales en video, texto y publicaciones son un puente de conexión con los interesados en conocer más sobre la Biblia.

El pastor Rafael Rossi, director del departamento de Comunicación para ocho países de Sudamérica, recuerda que la meta de la Iglesia Adventista es predicar el evangelio a todo el mundo, en referencia al texto encontrado en el libro de Mateo 24:14. Me gusta pensar que Internet es una red de personas y no de computadores. De esta manera, la Iglesia debe ir al encuentro de personas y no esperar de manera pasiva que ellas nos busquen”, declara.