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¿Qué enseña la Biblia sobre el milenio?

Entienda tres posiciones históricas relacionadas con el tema y cuál de ellos está en armonía con el esclarecimiento bíblico.


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La Biblia no trata el milenio como simbolismo (Foto: Wallpaper Cave)

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Este breve artículo enfoca el período  de los mil años, también conocido como milenio, presentado en el capítulo 20 del libro de Apocalipsis, y tres principales posiciones históricas dentro del cristianismo relacionados a ese período: el amilenismo, el posmilenismo y el premilenismo.

El amilenismo niega la existencia de un milenio literal.[1] Ese concepto fue popularizado por San Agustín (354-430) sin razones exegéticas.[2]A la primera resurrección se la considera como el nacimiento de la fe o el bautismo.[3]La idea de un milenio se enseña simplemente como el período que ahora vivimos en la Tierra. Se interpreta como un símbolo del triunfo del cristianismo[4]entre el primero y el segundo advenimiento de Cristo, y del gozo de supuestas almas de difuntos salvos que ahora reinarían con Cristo en el Cielo.[5]Este método de interpretar, conocido como alegoría, consiste en “especulaciones que el mismo autor nunca había reconocido”.[6]

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Para los amilenitas, Cristo regresará en forma directa y catalítica, no iniciando un reino de mil años, sino una nueva era en la Tierra seguida del “juicio final  y la eternidad”.[7]Para el evangélico George Ladd, “los primeros anti milenitas despreciaban la interpretación natural del Apocalipsis no por razones exegéticas porque creyeran que el libro no enseñaba un milenio”, sino “porque no les gustaba la doctrina milenita”.[8]

A su vez, el grupo posmilenita coloca erróneamente la segunda venida de Cristo después del milenio. Su concepto es semejante al amilenismo, pero hay una diferencia básica entre los dos: para el posmilenita, habrá un reino terrenal en un período denominado milenio, que no será necesariamente de mil años literales.[9]

“Desde el siglo XVII los posmilenitas creían que la predicación del evangelio y las reformas sociales extenderán el reino de Dios, y todo el mundo se cristianizará, gradualmente se convertirá, habrá un gran período de justicia y paz”, y “Cristo regresará al final de este período”.[10]  Se comprobó que el optimismo posmilenita era exagerado, pues “las dos guerras mundiales y la llegada de la era nuclear convencieron a muchos de ellos que la sociedad no mejorará”.[11]Muchos milenitas chasqueados volvieron a la opción del amilenismo.[12]

Voces contrarias

Algunas profecías del apóstol Pablo contrarían claramente ideas posmilenitas. “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.  Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,  sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita” (2 Timoteo 3:1-5). “mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en  peor, engañando y siendo engañados”(3:13).

Estas profecías están de acuerdo con la profecía de Cristo referente a la situación moral en los últimos días de la historia. “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).  Finalmente, la tercera posición referente al milenio, llamada premilenismo, con una posición correcta de la segunda venida de Cristo en el inicio de los mil años. A propósito, “los primeros cristianos, y los Padres de la iglesia de los primeros tres siglos eran premilenitas”.[13]Pero a partir del cuarto siglo prosperó el amilenismo con San Agustín. El premilenismo revivió significativamente a partir del siglo XVII entre algunos protestantes.[14]

Actualmente, evangélicos premilenitas se dividen en dos grupos básicos: los futuristas históricos modernos y los futuristas dispensacionalistas. Ambos son futuristas porque cambiaron el método historicista de los reformadores por el futurismo de la Contra Reforma, y sustituyeron el énfasis en el papado como el anticristo por un individuo futuro que perseguirá a los creyentes.[15]

Según ambos, “el reino milenario ocurre en la Tierra. A pesar de eso, mientras los premilenitas históricos futuristas consideran a la iglesia el verdadero Israel de Dios, los premilenitas dispensacionalistas esperan que las profecías del Antiguo Testamento sobre Israel se cumplan con la restauración literal de la nación y de su templo en Jerusalén”.[16]

Los dispensacionalistas enseñan equivocadamente un arrebatamiento secreto en la venida de Cristo, y que en el milenio todos los judíos se convertirán y volverán a ser el pueblo de Dios.[17] A su vez, los adventistas del séptimo día son premilenitas bíblicos porque, de acuerdo a las Escrituras, enseñan que la segunda venida de Cristo será un evento único, real, audible, visible, mundial, glorioso, que ocurrirá al comienzo del milenio (Mateo 24; Marcos 13; Lucas 21; Juan 14:1-3; Hechos 1:9-11; 1 Corintios 15:51-54; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 5:1-6; 2 Tesalonicenses 2:7-10; 2:8; 2 Timoteo 3:1-5; Tito 2:13; Hebreos 9:28; Apocalipsis 1:7; 14:14-20; 19:11-21).[18]

Un número literal

No es por casualidad que en Apocalipsis 19:11-21 la venida de Cristo está conectada al inicio del milenio de Apocalipsis 20, pues estos eventos están en orden cronológico.[19]Y no es casualidad que Juan y Pablo nada dijeron de arrebatamiento secreto, pues el Señor “enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” (Mateo 24:31, 32).

Tampoco es casualidad que Apocalipsis 19 y 20 nada diga sobre evangelización, conversiones y reino judío sobre la Tierra.[20]porque el objetivo del regreso glorioso de Cristo no será predicar, curar, producir conversiones y  reinar aquí, sino llevar a los redimidos de todas las naciones a la casa del Padre (Juan 14:1-3). El Señor “descenderá del cielo”, pero no colocará sus pies en el mundo, porque su encuentro con los salvos será “en el aire”, “y así estaremos siempre con el Señor” (1Tesalonicenses 4:16, 17).

El regreso de Jesús dará inicio al milenio que vivirán los salvos (Foto: Wallpaper Cave)

El efecto glorioso de la venida de Cristo sobre los impíos será completamente aniquilador (2 Tesalonicenses 1:7, 8). A propósito, solo en el día de la venida de Cristo, el ser humano redimido recibirá el don de la inmortalidad (1 Corintios 15:50-55). “Hasta ese día, la muerte constituye un estado de inconsciencia para todos los que han fallecido” (Job 19:25-27; Salmos 146:3, 4; Eclesiastés 9:5, 6, 10; Daniel 12:2, 13; Isaías 25:8; Juan 5:28, 29; 11:11-14; Romanos 6:23; 1 Corintios 15:51-54; Colosenses 3:4; 1 Tesalonicenses 4:13-17; 1 Timoteo 6:15).[21] El reinado milenario de Cristo con sus santos en el Cielo, será entre la primera y la segunda gran resurrección. La primera es la de los salvos. La segunda, la de los perdidos (Apocalipsis 20:5).

Los adventistas del séptimo día también creen que el período de los mil años es literal, [22] pues el apóstol Juan usó tiempos simbólicos solo para el tiempo de gracia, que terminará antes del regreso de Cristo (Apocalipsis 15:8; 21:11-12). El apóstol describió seis veces de modo natural los mil años (20:2-7), mientras anteriormente, otras seis veces, usó construcciones anormales para describir tiempos simbólicos (11:2, 3, 11; 12:6, 14; 13:5).

En el inicio del milenio, habrá dos clases de seres humanos: los salvos vivos y los resucitados llevados al Cielo, y los impíos muertos, pues la tierra quedará mil años como un “abismo”, “sin forma y vacía” (Apocalipsis 20:1, 2); Jeremías 4:23-26; Génesis 1:2, donde Satanás estará circunscrito en ella, y preso por la cadena de circunstancias, no podrá engañar y herir a nadie hasta que los impíos resuciten al final de los mil años (Apocalipsis 20:1, 2, 5). La creencia 27 de los adventistas resume su convicción sobre el milenio, la vindicación de la justicia de Dios y el fin del pecado:

“El milenio es el reino de mil años de Cristo con sus santos en el cielo, que se extiende entre la primera y la segunda resurrección. Durante ese tiempo serán juzgados los impíos; la Tierra estará completamente desolada, sin habitantes humanos con vida, pero sí ocupada por Satanás y sus ángeles. Al terminar ese período, Cristo y sus santos, y la Santa Ciudad, descenderán del cielo a la Tierra. Los impíos muertos resucitarán entonces y, junto con Satanás y sus ángeles, rodearán la ciudad, pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. De ese modo, el universo será librado del pecado y de los pecadores para siempre (Jeremías 4:23-26; Ezequiel 28:18, 19; Malaquías 4:1; 1 Corintios 6:2, 3; Apocalipsis 20; 21:1-5)”.[23]

El día de la segunda venida de Cristo está muy cercano. ¿Usted desea ser parte de su reino? Que Dios nos bendiga a fin de que nos preparemos para ese día.


Referencias:

[1]Millard J. Erickson, Introducing Christian Doctrine(Grand Rapids, Ml: Baker Book House, 1998, 386.

[2]“Exégesis es la aplicación de los principios de la hermenéutica para llegar a una comprensión correcta del texto”. Henry A. Virkler, Hermenêutica(Miami, FL: Editora Vida, 1990), 11.

[3]R. Kuehner, “Milenarism in the Bible” citado en Frank B. Holbrook, ed., 1ª ed. Simposio sobre Apocalipsis –II(Del. Benito Juárez, México: Asociación Publicadora Interamericana, 2011), 286.

[4]Questões de doutrina, 1ª ed. (Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2009), 335, 176.

[5]Holbrook,  286.

[6]Virkler, 43.

[7]Questões de Doutrina, 176.

[8]George Ladd, Crucial Questions about the Kingdom of God(Grand Rapids, MI; Eerdmans, 1952, 149.

[9]Erickson, Introducing Christian Doctrine, 383.

[10]Holbrook, 288.

[11]Ibíd.

[12]Millard J. Erickson, Contemporary Options in Eschatology: one study of the millennium(Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1983, 76.

[13]Holbrook, 288.

[14]Ibíd.

[15]Para un estudio sobre el historicismo y el futurismo, leer el artículo “Historia de la Interpretación de Daniel” en: Francis D. Nichol, ed., Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, 1ª ed. (Bs. As., Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), t. 4, 41-82.

O Cavalo de Troia da contrarreforma [el caballo de Troya de la contrarreforma]: https://noticias.adventistas.org/pt/coluna/wilson -borba/o cavalo-de-troia-da-contrarreforma

[16]Eric Claude Webster, “O Milênio”, editado por Raoul Dederen, Tratado de Teologia Adventista do Sétimo Dia, 1ª ed. (Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2011), 1039.

[17]Dwight K. Nelson, Ninguém Será Deixado Para Trás, 1ª ed. (Tatui, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2004). Hans K. LaRondele, O Israel de Deus na Profecia. 1ª ed. (Engenheiro Coelho, SP: Imprensa Universitária Adventista, 2002); Tratado de Teologia Adventista do Sétimo Dia, 1038-1045.

Sutilezas do dispensacionalismo [sutilezas del dispensacionalismo]: https://noticias.adventistas.org/pt/coluna/wilson-borba/sutilezas -do-dispensacionalismo

[18]Textos citados de la Creencia Fundamental Nº 25 “La segunda venida de Cristo”. Manual de la Iglesia, 7ª ed. (Florida, Bs. As.: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), 167.

[19]Questões de Doutrina, 339.

[20]Para comprender la imposibilidad de un futuro reino judaico en la Tierra, leer el artículo: “El papel de Israel en la Profecía del Antiguo Testamento” en: Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, t. 4, 27-40.

[21]Creencia Fundamental Nº 26. “La muerte y la resurrección”. Manual de la Iglesia, p. 167.

[22]Holbrook, 298.

[23]Creencia Fundamental Nº 27. “El milenio y el fin del pecado”. Ibíd., 168. Sobre el juicio en el milenio de los impíos muertos, y como los santos comprobarán la justicia de Dios al haber dejado a los rebeldes fuera de su reino (1Corintios 6:2, 3), ver Questões de Doutrina, 342, 345.

Wilson Borba

Wilson Borba

Sola Escritura

Las doctrinas bíblicas explicadas de manera simpe y práctica para la vida cristiana

Bachiller en Teología, con maestría y doctorado en la misma área por el Centro Universitario Adventista de Sao Paulo (Unasp). Fue profesor y director del Seminario Adventista en Ecuador, y hoy es docente y director del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología (SALT) de la Faculdade Adventista da Amazônia (Faama), en Brasil.