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Redes sociales, derechos humanos y libertad religiosa

La tecnología digital ya es una extensión de la realidad de la existencia humana. Entienda más de estos temas de comunicación en este artículo.


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Las herramientas de denuncia y protección, hoy en día, permanecen en manos de los propios usuarios. (Imagen: Pedro Torres)

El pasado 7 de diciembre 2019 tuvo lugar la tercera jornada de Derechos Humanos coordinado por el Centro Internacional de Libertad Religiosa y Relaciones Publicas del Campus Adventista de Collonges, en conjunto con el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU con base en Ginebra, Suiza. En esta ocasión tuve el privilegio de presentar la relación y cómo reaccionar desde el plano de las Redes Sociales y los ataques anti-religiosos y actitudes o comportamientos anti-religiosas en los medios sociales. Esta es mi presentación, y el vídeo de toda la ponencia (en francés) puede visualizarse aquí:

https://www.facebook.com/AIDLRFrance/videos/3439574032782089/

Antisemitismo, Islamofobia, ataques a iglesias... y redes sociales.
¿Qué hacer?

  1. La libertad de expresión en relación con la libertad de conciencia y la libertad religiosa

El artículo 18 de los Derechos Humanos garantiza la libertad de pensamiento, conciencia y religión y de cambiar de religión o creencia, así como la libertad de manifestar la propia religión, creencias o fe, solo o en comunidad, tanto en público como en privado.

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Como especialista en comunicación, el Artículo 19 de la Declaración de Derechos Humanos ya está implícito en el Artículo 18. Estamos hablando de libertad de opinión y de expresión.

Es intrínsecamente necesario compartir la fe personal para mantenerla viva y obedecer la razón de ser de una creencia cuyo propósito es proponer un mundo mejor mientras se espera la realización definitiva de la felicidad o salvación prometida.

La experiencia religiosa vivida personalmente en plenitud no solo trasciende un futuro, sino que contribuye a la construcción y mejora de un presente de convivencia, armonía y paz que enriquece una sociedad plural que aporta nuevos elementos para el crecimiento personal y colectivo de cada uno.

En este contexto de investigación y desarrollo personal, debemos incluir el elemento digital en cualquier debate. La tecnología digital ya es una extensión de la realidad de la existencia humana.

  1. La Revolución de la Primavera Árabe y los Medios Sociales.

En este capítulo de la historia, la aparición de la tecnología hace necesario regular el mundo virtual, paralelo al mundo físico. Nuestra identidad personal tiene un reflejo virtual en las administraciones nacionales, tanto digitales como globales, especialmente en los medios sociales.

Los artículos anteriores dan lugar al artículo 20, que establece lo siguiente: "Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y asociación pacíficas."

En octubre de 2019 4.480 millones de personas utilizan Internet en todo el mundo que pasan una media de 6 horas 42 minutos en línea al día, de las cuales 2 horas 22 minutos son empleados en los medios sociales[1]. Esto corresponde al 58% de la población mundial, según Statista[2].

La Primavera Árabe nos da una idea del poder de las comunicaciones descentralizadas, y el papel principal de los medios sociales en estos eventos.

Hoy en día, el lugar de encuentro público es esencialmente virtual. Nos reunimos más a menudo, a diario, con personas cercanas a nosotros en el "espacio público digital" que en reuniones semanales ocasionales para celebrar la fe o las creencias compartidas.

Es muy fácil defender el laicismo y la neutralidad religiosa de cualquier estado o país, pero si las manifestaciones públicas de la fe personal comienzan a ser restringidas o amenazadas, destruyendo los artículos 19 y 20, el artículo 18 comienza a resquebrajarse. Y esto puede ocurrir incluso en los países más avanzados del mundo, incluido Francia.

  1. La doble vertiente de los medios sociales (por ejemplo, Egipto recientemente asesinado).

Pero cada derecho y cada libertad tiene una responsabilidad. La perversión de cualquier propósito religioso distorsiona el objetivo original de cualquier principio de fe, empezando por el amor al prójimo y el respeto a los demás.

El uso de las nuevas tecnologías como parte integrante de la experiencia religiosa es un valor añadido a la experiencia de fe. Pero así como la intolerancia puede arraigar en la religiosidad de algunas personas, también puede entrar en el uso de los medios sociales.

Así como la Biblia o el Corán incitan al amor al prójimo, la manipulación tendenciosa puede pretender justificar comportamientos que la misma divinidad que hay detrás de los escritos sagrados condena.

Lo mismo ocurre con las nuevas herramientas que el mundo digital ofrece hoy en día, con la excepción de que en la novedad todavía no sabemos cómo responder adecuadamente a estos abusos.

Corremos el riesgo de reaccionar en lugar de reflexionar sobre esta nueva realidad y este mundo de coexistencia digital.  Temo, por un lado, que podamos presenciar abusos difíciles de identificar o corregir y, por otro, que por miedo, ya estemos restringiendo la libertad de expresión en el mundo digital, incluida la "libertad de manifestar, en público y en privado" nuestra propia fe o creencia.

  1. Acoso religioso en los medios sociales (qué hacer).

1. Testimonio y martirio

Recientemente, "Puertas Abiertas" denunció una estrategia[3]. Los hackers están pirateando cuentas de medios sociales que pertenecen a cristianos, principalmente en Facebook, para publicar contenidos "blasfemos" contra el Islam y luego denunciar a las víctimas, dañar la reputación de los cristianos, y frustrar los esfuerzos de convivencia y tolerancia.

Mencionemos el otro caso del 6 de octubre de 2019 en Egipto, cuando Hussein Mohammed fue asesinado por su familia después de publicar en Facebook su fe cristiana copta.[4]

  1. Proteger las cuentas personales e institucionales de los medios de comunicación social.

Cada vez son menos los grupos de odio que aparecen en público en Internet.  En el pasado, las regulaciones digitales eran casi inexistentes, pero hoy en día varios países han creado brigadas policiales contra la ciberdelincuencia.

A pesar de ello, gran parte de la responsabilidad de regular y controlar el contenido de los medios sociales recae en los propios gestores de plataformas. En ausencia de amenazas reales o creíbles de muerte o agresión, las unidades de policía responsables del delito cibernético tomarán pocas medidas, si las hubiere.

Las herramientas de denuncia y protección, hoy en día, permanecen en manos de los propios usuarios.

1) El primer paso es evitar cualquier riesgo de piratería en nuestras cuentas. Para las cuentas personales e institucionales, es imperativo tener un doble factor de control de acceso. Además del nombre de usuario y la contraseña que se deben cambiar regularmente con símbolos especiales, es esencial añadir un segundo paso de autenticación, ya sea por SMS o por llamada o correo electrónico secundario.

Es importante evitar el bloqueo de nuestros canales de comunicación social, ya que garantizan que podamos comunicar un discurso que sea contrario a la incitación al odio. También debemos asegurarnos de que otros no publiquen contenidos no deseados en nuestras cuentas, y así evitar posibles denuncias, como en el caso anterior de Egipto.

2) El segundo paso es diversificar los canales de comunicación y evitar la automatización entre los diferentes medios sociales. Una práctica común es conectar una cuenta de Twitter a una cuenta de Facebook, o viceversa. Si la cuenta principal es pirateada, el ataque del hacker se multiplica por los mecanismos de automatización.

En el caso de un ciberataque con fines de odio, el daño será menos grave y más fácil de controlar.

3) El tercer paso, en el caso de identificar un discurso de odio o una publicación, se debe implementar todo un proceso para hacerlo.

3.1 Tome una captura de pantalla o imprima como documento PDF mostrando la hora y la fecha, así como el usuario o grupo que lo publicó y la URL. A menudo publican mensajes que, una vez leídos, son borrados para evitar cualquier rastro de su actividad de odio.

3.2 Una vez que se haya tomado la captura de pantalla o la impresión en formato PDF, se debe informar a las autoridades competentes. Una denuncia podría ser necesaria.

3.3 Inmediatamente después, denunciar o reportar la publicación o cuenta a la plataforma. Ahora esta es una herramienta que ya está integrada en la mayoría de las plataformas de medios sociales. Si el caso es real y grave, la cuenta y su contenido serán eliminados en las siguientes horas.

La desventaja es que el usuario podrá abrir una nueva cuenta con un pseudónimo. Por lo tanto, es importante hacer capturas de pantalla e informar a las autoridades para que puedan tomar medidas contra la persona física.

3.4 El último paso es bloquear al otro usuario dañino. Los medios sociales penalizan las cuentas que son bloqueadas por otros usuarios, haciéndolas menos visibles.

  1. Promoción de mensajes positivos (creación de contenidos y su disponibilidad).

Por último, quiero subrayar una vez más la importancia de la comunicación como instrumento para la educación y la promoción de la coexistencia y las libertades, incluida la libertad religiosa. Un teléfono móvil en manos de un joven, multiplicado por miles de jóvenes, ha logrado derrocar gobiernos.

Los medios sociales son considerados la hermana pequeña de la comunicación. Sin embargo, han demostrado su capacidad, no sólo en el mundo comercial, sino también en la transmisión y promoción de valores y principios. En las más altas esferas del mundo, estamos acostumbrados a hablar en un lenguaje técnico, necesario para aclarar el significado de cada palabra y para ajustar la ley a la realidad y viceversa.

Pero también debemos ser conscientes de que las libertades que defendemos desde nuestras oficinas no sólo deben ser accesibles legalmente a la población, sino que también deben democratizarse para que el individuo pueda asimilar su realidad y reivindicarla allí donde se encuentre. Con un conocimiento accesible, los derechos serán reclamados. Este proceso comienza con la traducción del lenguaje técnico a un lenguaje vernáculo accesible al público en general.

Es cierto que nunca será posible silenciar todas las expresiones de odio, en mayor o menor medida. Pero también es verdad que los movimientos sociales han provocado grandes cambios en la historia. Hoy en día, estos movimientos sociales tienen su contraparte digital.

Solo mediante la creación de contenidos positivos y educativos, capaces de hacer comprensible el lenguaje de las instituciones y de las leyes, será posible crear corrientes transformadoras en la sociedad.

Estamos profundamente en deuda con aquellos que sufren de acoso y falta de libertad religiosa. No podemos seguir ignorando las posibilidades que algunas personas utilizan negativamente y que, a través de la pasividad, subestimamos e infrautilizamos.

Solo con una gran cantidad de contenido positivo será posible reducir las voces intolerantes al silencio o a la marginalidad, ya sea a través de discursos por contraste o por superioridad presencial en los medios de comunicación social.

Quién sabe, si la pedagogía, fruto de la publicación de nuestros contenidos, no pudiera convencer a los que promueven lo contrario, tomando prestado el pensamiento paulino cuando aconseja sabiamente: “No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien.” (Rom. 12.21 TLA).

Muchas gracias, señorías, por su amable atención.


Referencias bibliográficas

[1] Consulté le 5 décembre 2019 https://www.clickz.com/internet-growth-usage-stats-2019-time-online-devices-users/235102/

[2] Consulté le 5 décembre 2019 https://www.statista.com/statistics/617136/digital-population-worldwide/

[3] Consulté le 5 décembre 2019 https://www.portesouvertes.fr/informer/actualite/egypte-en-prison-a-cause-d-un-post-sur-facebook

[4] Consulté le 5 décembre 2019 http://www.evangeliques.info/articles/2019/10/16/egypte-assassine-par-sa-famille-apres-avoir-affiche-sa-foi-sur-facebook-20434.html

Pedro Torres

Pedro Torres

Comunicando Esperanza

Comunicar es predicar, predicar es comunicar

Actualmente es director de Comunicaciones en la Asociación del Norte de Francia. Es un enamorado de Jesús, que le encanta disfrutar de la lectura de la Biblia y de la familia, y compartir el amor de Dios con los que se cruzan en su vida, o en ruta con la motocicleta. Apasionado de las comunicaciones, pues comunicar el amor de Dios y su Salvación, es lo que le motiva.