Después de varios intentos de llegar con la Palabra de Dios, un grupo de misioneros descubre el mejor método para captar el interés de los vecinos.

Montevideo, Uruguay… [ASN] “Fuimos asignados a la Iglesia de "Las Piedras" en la tarea de predicar la Palabra. Comenzamos tocando puertas y visitamos muchas familias. Sentíamos que al igual que en los días de Noé, la mayoría rechazaba el mensaje de Cristo”, cuenta el pastor Guillermo Zenner; quien junto a su esposa María dejaron su hogar en Estados Unidos, para servir durante un año como misioneros en el Uruguay.

Considerando que la estrategia de evangelismo puerta a puerta no funcionaba en ese sector, “nos pusimos en oración pidiendo la dirección de Dios, quien sembró en nuestros corazones la idea de usar un payaso interpretado por un miembro de la Iglesia a la que asistimos”.

Comenzaron a implementar un plan para alcanzar a la comunidad, usando las habilidades y la gracia del payaso para compartir esperanza, en un programa infantil, los días domingos, durante tres semanas. El programa incluía: relatos bíblicos, regalos, juegos y actividades de integración. Luego iniciaría un taller para padres que se extendería por un mes, titulado: “Mis hijos y yo”.

Al término del taller dirigido a los adultos fueron contactadas varias familias, para estudiar las Sagradas Escrituras. “Alabado y glorificado sea su nombre (Dios)”, son las palabras de agradecimiento del pastor jubilado, Zenner; que expresan su alegría al ver que los métodos que usa el Señor para conquistar corazones, y que pueden ser muy diversos.

Las puertas se abrieron. En este momento se encuentran visitando a las familias y compartiendo esperanza de una manera que nunca antes hubieran imaginado, en la misma ciudad, en el mismo barrio, con las mismas personas que antes dijeron que no. [Equipo ASN, Veronica Korsun]