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Programa estudiantil cumple 15 años ayudando a jóvenes universitarios

Programa estudiantil ayuda a jóvenes universiatrios a alcanzar el sueño profesional desde el año 2001.


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El primer equipo de colportaje de Sueña en Grande en Chile.

El primer equipo de colportaje de Sueña en Grande en Chile.

Brasilia, Brasil… [ASN] Sueña en Grande es el programa universitario que desde el año 2000 ha permitido que cientos de jóvenes con el sueño universitario puedan alcanzar la meta de una carrera profesional. El pastor Adilson Morais, director asociado de publicaciones de la Iglesia Adventista, fue el iniciador del programa que tuvo lugar en la ciudad de Telemaco Borba (Paraná), Brasil, en primera instancia; para luego iniciar en la capital de Chile, Santiago, el año 2001. País de habla hispana que abrió paso a otros países de Sudamérica en la iniciativa.

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“El proyecto fue determinante para el crecimiento exponencial del colportaje estudiantil en el territorio de la División Sudamericana de los Adventistas del Séptimo Día”, dice el pastor Almir Marroni, líder del Ministerio de Publicaciones de la Iglesia Adventista en el mundo.

Historia

Quien recibió el programa y lo replicó en Chile fue João Vicente, actual gerente de Ventas de la Casa Publicadora Brasileña, quien en aquel entonces trabajaba como director de Publicaciones de la Iglesia Adventista en ese país, 2001. “Tuvimos la idea de emprender este proyecto en el 2001 luego de una encuesta hecha para la iglesia que mostraba que a los jóvenes les gustaría estudiar en nuestras universidades pero no contaban con los recursos. El pastor Wilmar Hirle (hoy director asociado de Publicaciones de la Iglesia Adventista para el mundo) fue el gran incentivador”. Continúa diciendo: “Algo parecido ocurría en Brasil, pero no teníamos idea exacta de lo que era y de lo que se tornaría en el futuro”, resalta.

Vicente comenta que el programa en Chile inició con 150 alumnos de los cuales 18 lograron su objetivo, lograr una carrera profesional.

Otro de los impulsores que aparece en la historia es el pastor Sergio Fuckner, que en el 2001 realizaba la práctica profesional de Teología como líder de Publicaciones de la Asociación Metropolitana de Chile. “Empezamos a planificar y a soñar con la ejecución de este lindo proyecto”, que en portugués lleva el nombre de Soñando Alto. Fuckner relata que la Universidad Adventista de Chile (UNACH) tenía como lema la frase “Sueña en Grande”, en ese tiempo. El lema de la institución inspiraría el futuro nombre del programa con el que se conoce hoy en día.

Fuckner trabajó más de 10 años dirigiendo la iniciativa de colportaje tanto en Chile como en Brasil. “Mi testimonio como coordinador fue y es ver la alegría de jóvenes con el sueño de estudiar que gracias a este bendecido programa les ayudó a tornar su sueño realidad”, explica Fuckner.

Testimonios

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Yulisa Mamani se prepara para estudiar biología en la Universidad Adventista de Bolivia, gracias al programa universitario Sueña en Grande.

Yulisa Mamani, de 19 años, nació en La Paz, Bolivia. “Mi sueño siempre fue estudiar en la Universidad Adventista de Bolivia”, dice la joven. Sin embargo, los costos educativos de la institución eran demasiado altos para ella y para sus padres. “Yo sabía que necesitaba crecer integralmente sin descuidar ningún área de mi vida ya sea física, intelectual y espiritual. Entonces vi que la universidad pública del Alto (Bolivia) no me ayudaba a crecer en el aspecto espiritual y lo que más deseaba cada día era mejorar como persona, ser un excelente profesional y crecer más en la fe”, agrega.

Poco tiempo después, Yulisa encontró trabajo en una tienda donde tenía que trabajar los sábados, al no sentirse bien con ese trabajo, oró a Dios pidiéndole un lugar donde pueda tener libres los sábados para asistir a la iglesia. “Un viernes por la noche, después de mi trabajo, fui al culto y esa noche conocí a una señorita que me trató muy amablemente. Le pregunté sobre la Universidad Adventista y si sabía de alguna forma alternativa para pagar los estudios. Ella me habló del programa Sueña en Grande. Esa fue la primera vez donde conocí del colportaje”, relata Yulisa.

La señorita que la encontró en la iglesia la condujo al líder del programa Sueña en Grande, él le explicó cómo funcionaba y esa misma tarde renunció a su trabajo e inició en el colportaje. “Actualmente estoy colportando en la ciudad de Potosí. Hasta ahora, por la gracia de Dios, ya alcancé mi media beca de estudios. Sé que Dios está cumpliendo mis sueños, porque estoy segura que el próximo año estudiaré en la Universidad Adventista de Bolivia y seré una excelente bioquímica al servicio de Dios y de la Iglesia”.

Otro de las historias es la de Jorge Valdés, de Chile, quien en su adolescencia comenzó a usar drogas lo que le llevó a ser un poli adicto (uso de todas las drogas). En su estado más ínfimo Dios lo salvó de la muerte literalmente, “me iban a apuñalar y Dios milagrosamente me sacó del lugar por medio de un amigo y en otra oportunidad me salvó de manos de un narcotraficante que quería ajustar cuentas conmigo”, recuerda Jorge.

El joven pasó tres días deambulando por las calles y fue en ese momento que se dio cuenta de su situación límite y decidió cambiar. “Mientras caminaba conversé con Dios y le pedí ayuda. Llegué a casa desesperado y le conté a mi madre que quería curarme”, relata. Jorge había hecho otros procesos de internación pero no los había concluido, esta vez estaba decidido. Se internó por tres meses y en ese período “con la ayuda de Dios me propuse tres sueños: salir del centro de rehabilitación y servir a Dios, predicar- ayudar y de manera especial, colportar; y el tercer sueño casarme y tener una familia”.

Jorge dice que un amigo le mencionó del programa Sueña en Grande. “Él me dijo que servía para crecer espiritualmente y juntar dinero para los estudios; teniendo la oportunidad de bonificar un porcentaje de las ganancias. Tomé este desafío y colporté en la ciudad de Antofagasta (Chile)”.

El joven relata emocionado que se dio cuenta que sus sueños se cumplían. Lo que no sabía es que en esa campaña, en Antofagasta, conocería a su futura esposa, Noemí. “Nos enamoramos y ambos decidimos colportar para estudiar, casarnos y vivir de ello”, dice Jorge. Los pareja colportó en verano y luego en invierno; en otra campaña del programa Sueña en Grande en la ciudad de Arica (Chile).

“El programa Sueña en Grande me ayudó primero a confirmar mi ministerio, me ayudó a reunir el dinero para que pueda pagar mis estudios y también me ayudó a reunir todo el dinero suficiente para cubrir los gastos de mi boda, luna de miel y también para vivir en el año cómodamente. Con el paso del tiempo mirando hacia atrás puedo ver cómo el Señor actuó, contestando mis oraciones y me liberó de las drogas; me dio la oportunidad de colportar, y me dio amigos de verdad. Hoy me encuentro en mi segundo semestre de teología y estoy felizmente casado con Noemí, ambos estudiamos, tenemos un hermoso hogar el cual se construyó con esfuerzo y dedicación y sobre todo confiando y poniendo nuestras vidas en manos de Dios, la gloria sea para Él”, culmina Jorge. [Equipo ASN, Cárolyn Azo]