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“Familias de Acogida”, es una alternativa de adopción temporal

“Familias de Acogida”, es una alternativa de adopción temporal

En Chile 11 mil niños necesitan de una familia que los acoja. ADRA está haciendo un trabajo extraordinario, que fue destacado por medio de comunicación.


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La alternativa permite entregarle al niño , niña, o adolecente un núcleo familiar que lo pueda acoger. (Imagen: El Sur- diario chileno)

La alternativa permite entregarle al niño , niña, o adolecente un núcleo familiar que lo pueda acoger. (Imagen: El Sur- diario chileno)

Hace unos días atrás el Diario El Sur de Chile, dedicó casi toda una página para resaltar uno de los programas que ADRA Chile ejecuta, llamado: Familias de Acogida. Una opción de cuidado temporal con resultados permanentes; que tiene como objetivo buscar integrar a un niño, niña u adolescente, entre 0 a 18 años, a un grupo familiar alternativo. Es decir, que tenga algún parentesco, o bien externo, que no tenga ninguna vinculación.

Uno de los testimonios presentados por el medio, es el de Carlos Salas y Miriam Opazo, que tienen 31 años de matrimonio. Una coincidencia los llevó a conocer la historia de tres niñas que sufrían graves negligencias en su cuidado. Coincidencia que se transformó en anhelo de querer ayudarlas, relata la nota. Además informa que Carlos hace 18 años decidió poner su familia a disposición, para que la madre de las pequeñas, que en aquellos años tenían entre 4 meses y 4 años, pudiera surgir.

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La familia asumió el cuidado de la bebé y más adelante llegaron las dos hermanitas más grandes a la casa. Obviamente no estaban totalmente preparados; lo que les llevó a hacer diversos arreglos en el hogar, pero no menguando su deseo y responsabilidad pudieron brindarles una familia a las tres pequeñas.

Miriam testimonió para el diario que lo importante de este programa, es hacer sentir a los niños que están en su casa, en su espacio. Es por eso que insta a las personas a ser parte de esta iniciativa. Además, argumentó que, “los primeros años son los más importantes y es justamente ese período el que uno cuida, el mejor periodo de un niño, donde ocurren los hitos más trascendentales de su desarrollo y eso les va a quedar para toda la vida”.

Otra de las historias relatadas es la de Aida Contreras con su esposo Raúl Roa, que nunca tuvieron la posibilidad de tener un hijo biológico; pero a través del programa Familias de Acogida, cuidan de Luis Felipe hace poco menos de dos años. “Cuando él llegó a nuestro lado le faltaba mucho amor y sentía que nadie podía quererlo, pero nosotros le enseñamos que podíamos amarlo mucho”, testificó. Aida dice que al principio no fue fácil, ya que el pequeño no dejaba que nadie le hiciera cariño, por temor a que le hagan daño. Sin embargo, poco a poco la familia ha logrado que Luis Felipe habrá su corazón, “ahora él es cariñoso, capaz de dar un abrazo, un beso, capaz de expresar su amor por medio de unas líneas en una tarjeta y eso nadie lo podría pagar con dinero, solo se retribuye con los sentimientos”, afirmó para El Sur.

Gracias a ADRA que actúa como colaborador del Servicio Nacional de Menores (SENAME), una buena cantidad de niños han sido acogidos, pero todavía, en Chile, 11.000 niños necesitan de una familia que los cuide, ya que sus propias familias al atravesar por situaciones de crisis se ven imposibilitadas de asumir un cuidado adecuado.

Infórmese en imágenes

Información del programa

El programa de acogida es un programa eminentemente de protección, y no constituye una forma de adoptar a los niños. Es un programa de intervención transitoria y de cuidado alternativo. Lo que se pretende es que la familia de acogida pueda restablecer aquellos niveles de seguridad emocional; de manera que el niño, la niña o el adolescente, pueda ir organizando su desarrollo de un modo coherente, flexible y adaptativo.
Algunos requisitos que generalmente se solicitan a quienes tengan interés en constituirse en familia acogedora son: Interés y habilidad para relacionarse con niños, contar con destrezas para la crianza de niños y capacidad de comprender y empatizar con situaciones familiares difíciles, salud física y psíquica compatible con labores propias del acogimiento familiar y rango de edad de los niños, condiciones materiales y funcionales de la vivienda para acoger nuevos miembros e ingresos económicos estables que satisfagan las necesidades básicas del grupo familiar. [Equipo ASN, la redacción. Con informaciones  del diario El Sur y Alana Souza]

Lea la nota original del diario El Sur aquí.