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Voluntarios cruzan el Atlántico para ayudar en Santo Tomé y Príncipe

En un viaje de 10 días, ellos dedican tiempo para ofrecer campañas de salud, estudios bíblicos y capacitación para líderes.


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De Redacción, con colaboración de Elkeane Aragão

Tânia Fanti durante una de las noches de evangelismo (Foto: Elkeane Aragão)

Tânia Fanti está realizando un sueño que la acompaña desde la adolescencia. Después de algunos vuelos entre Brasil y el continente africano, llegó a Santo Tomé y Príncipe el día 25 de enero para dedicar 10 días al voluntariado. “Estoy muy feliz por esta tremenda experiencia que me transforma ahora y para siempre,” enfatiza.

Pero ella no fue la única que atravesó el Atlántico rumbo a este país localizado en una isla a 317 km de Libreville, capital de Gabón en África Central. Otras 22 personas donaron sus vacaciones para ofrecer servicios de salud y estudios bíblicos a los habitantes de la localidad.

El grupo está formado por profesionales que actúan en la sede sudamericana adventista y forman parte de una iniciativa que surgió en la misma sede, que es el envío regular de empleados para viajes de corto plazo a fin de ayudar a distintas comunidades en Brasil y en otras naciones.

“Cuando un servidor participa de una misión como esta, lo hace donando sus vacaciones, pagando su pasaje y donando recursos, estoy seguro de que volverá con una visión totalmente diferente. Valorizará más su ambiente de trabajo, dando más de sí, siendo más activo, más dedicado y más agradecido,” cree el pastor Elbert Kuhn, director del Servicio Voluntario Adventista para ocho países de Sudamérica, y quien coordina esta iniciativa.

Esfuerzo conjunto

Uno de los lugares en donde los voluntarios realizaron las campañas de salud (Foto: Elkeane Aragão)

En el país, el clima es caluroso, húmedo y las actividades son intensas. Por la mañana ofrecen las campañas de salud en las que controlan la presión arterial, hacen tests y charlas cortas sobre cómo hacer uso de los ocho remedios naturales. Por la tarde realizan reuniones, preparan sermones y ensayan las presentaciones que serán usadas en el momento de la adoración infantil.

Las noches son dedicadas al evangelismo. El día 28 de enero, por ejemplo, cerca de 300 personas se reunieron en el templo adventista de Luxingo para escuchar las enseñanzas de la Biblia. Avelino Neto, director de Recursos Humanos de la sede sudamericana de la Iglesia condujo las presentaciones y vivió una experiencia diferente. “Prediqué a la luz de la luna, conté historias para niños y canté con ellos. ¡Fue impresionante!,” comentó.

Uno de los lugares en donde los voluntarios realizaron las campañas de salud (Foto: Elkeane Aragão)

En total existen 90 puntos de reuniones evangelísticas en los alrededores de la capital, Santo Tomé. De los mismos, 11 son dirigidos por los voluntarios. El próximo fin de semana, el pastor Luís Gonçalves, evangelista de la Iglesia Adventista en Sudamérica también estará en el país. El programa Arena do Futuro que él presenta en la TV Nuevo Tiempo es transmitido en la isla, lo que hace que muchas personas tengan acceso a sus mensajes. Al finalizar los encuentros, más de 150 personas habrán pasado por las aguas del bautismo.

La presencia de los servidores ha impactado la vida de la comunidad, como la del pescador Ederniley Luís, que vive en Belém Neves. “Creo que ellos vienen aquí para ayudar y ver cómo las personas están con su salud, y eso es muy bueno. En este momento estoy alejado de la Iglesia, pero la presencia de ellos aquí me trae deseo de volver,” revela.

La estudiante Lulene Bandeira, de 17 años, participó de las capacitaciones durante las campañas de salud. Para ella, realizar un evento como este no es una cosa simple, y con el conocimiento que adquirió podrá continuar ayudando a su comunidad una vez que el grupo vuelva para Brasil.

Ellos también ofrecieron capacitaciones para directores de departamentos en las áreas de Ministerio Personal, Grupos Pequeños, Ministerio del Niño, Conquistadores, Aventureros y Comunicación.

Mucho para hacer

En este lugar la denominación es dirigida por una sede administrativa que no cuenta con muchos recursos financieros para impulsar el trabajo evangelístico. Cerca de 80% de los miembros son jóvenes, y muchos no tienen ingresos. De todas formas, en los últimos dos años, se abrieron más de 20 templos nuevos. Otro desafío de los líderes locales es capacitar a los nuevos fieles para que continúen haciendo discípulos.

Centenas de niños han participado de las reuniones conducidas por los voluntarios (Foto: Elkeane Aragão)

La pareja de voluntarios Admar y Ranielle Alves, que trabajan en el plan de salud usado por los servidores de la Iglesia Adventista en Brasil, realizó reuniones de estudio de la Biblia con miembros del templo Nova Jerusalém, que hoy cuenta con 150 personas. Una de las noches, en especial, quedó marcada en la memoria de Admar. “Les pedí que abrieran las Biblias y solamente cinco personas tenían el libro sagrado, y algunas les faltaban las páginas de tan usadas que estaban,” describe.

Kuhn cree que cuando se sale de una realidad cómoda, como la que tiene Brasil comparada con Santo Tomé y Príncipe, se pasa a vivir el cristianismo de otra manera. “En estas condiciones, muchas veces podemos perder de vista nuestro llamado. Como servidores de la Iglesia, no somos profesionales, sino que somos personas que colocan sus dones, recursos y tiempo a disposición de la misión de servir y salvar,” resalta. “Tenemos que involucrarnos con nuestra comunidad para que, por nuestras buenas obras, las personas vean a Cristo y sientan que nuestra fe es viva, activa y real.”

Vea más fotos en la galería de abajo.