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El terrorismo se diluyó, perdió fronteras y tiene causas profundas

Esto es lo que dicen tres analistas que fueron escuchados por ASN (Agencia Adventista Sudamericana de Noticias) sobre el crecimiento del terrorismo en el mundo.


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Foto: Shutterstock

Brasilia, Brasil… [ASN] Los episodios de violencia atribuidos a grupos u organizaciones terroristas no son novedad en el mundo. Especialmente en Asia, Oriente Medio, América Latina y África, la actuación de grupos terroristas sucede por diferentes motivaciones. Lo cierto es que, especialmente después de los atentados ocurridos el 11 de setiembre de 2001 en Nueva York, Estados Unidos, hechos de esa naturaleza comenzaron a verse con frecuencia, también en América del Norte y Europa.

La noción de terrorismo, históricamente apareció por primera vez en el escrito Letters on a Regicide Peace [Cartas sobre una paz regicida], del filósofo irlandés Edmund Burke. En ese texto, Burke critica el período de la Revolución Francesa conocido como “El Terror”, o sea, el período en que los jacobinos estuvieron en el poder (1792 a 1794). Burke clasifica como terroristas a las persecuciones y sentencias de muerte en la guillotina llevadas a cabo por los jacobinos en esa fase.

La profesional Suhad Nasser, de las áreas de Gestión Pública y Logística, y que estudió y vivió en Siria por algún tiempo, analiza que la manifestación del terrorismo pasa por una transformación, y hoy traspasa fronteras, llegando a países donde los ataques no eran comunes. “Los ataques en Europa son mínimos en comparación con lo que está sucediendo en África y en Oriente Medio, pero, la prensa da mucho más atención a lo que sucede en Occidente”, comenta. Ella prefiere caracterizar la acción terrorista como un acto de suficiente impacto para aterrorizar a la sociedad, movilizar a la prensa, llegar a las redes sociales y llamar la atención a la defensa de una causa.

El profesor del Centro Universitario Adventista de Sao Paulo (Unasp, campus Engenheiro Coelho), Fabio Augusto Darius, historiador, magíster y doctor en Teología Histórica, agrega que el terrorismo en suelo europeo puede ser fruto de la intensificación de las relaciones históricas entre lo que se determinó llamar Occidente y Oriente, especialmente por los grupos y líderes extremistas de Oriente.

Por detrás de todo

Suhad entiende que lo que da origen a los hechos terroristas son ideologías, y no solo cuestiones de carácter político-económico. A su vez, el profesor Darius considera que “el terrorismo es fruto de varios factores combinados. Sin embargo, los más significativos son de orden formativo. La mala formación integral (crisis de sentido, falta de educación formal, como la cultura general y religiosa), en consonancia con la crisis económica legada por la mala gestión y peleas, guerras, especialmente crea una situación oportuna perfecta para que grupos terroristas con líderes paternales y con buena retórica atraigan a jóvenes que se disponen a morir por una causa que simplemente no puede tomarse bajo ningún aspecto, o visto como no ser nada más que el lema para el terror”.

El magíster y doctor en Sociología, Thadeu Silva, afirma que “los atentados terroristas tienen varias características, pero el núcleo de todas es el poder”. El razonamiento de él es que la capacidad de crear miedo es una forma de ejercer fuerza sobre otros. Los terroristas, según el  punto de vista del sociólogo, quieren “demostrar la creencia de que en este mundo se puede más destruyendo vidas, y eso sería más fuerte que el dinero, como pregona el occidente. En otras palabras, se considera la vida como algo sin valor, cuando la intención es aparecer y mandar”. Thadeu entiende que esta ruptura del orden y de la estabilidad que ocasionan los actos terroristas ya no respeta los límites geográficos, y crea un nuevo fenómeno: la idea de que esos crímenes no son una cuestión de seguridad pública ni de seguridad nacional, sino problemas mundiales que exigen soluciones de organismos internacionales en busca de paz.

Causas nobles y políticas públicas

En la evaluación del profesor Darius, la solución para intentar contener el terrorismo es más profunda y no tan sencilla. Él evalúa que “el terrorismo se combate con la conversión de corazones y mentes a una verdadera causa que dignifique el ser humano, sin chantajes y promesas. La ONU hace su trabajo, y los países, de manera general, están empeñados con el asunto, invirtiendo millones de dólares y horas interminables en reuniones de emergencia. Pero no veo cómo combatir el terrorismo a corto o medio plazo, en virtud a la completa imposibilidad de diálogo entre esos grupos y gobiernos democráticos”.

La analista Suhad Nasser agrega que además son importantes los instrumentos de vigilancia, inteligencia y políticas públicas para disminuir la vulnerabilidad social y los riesgos de jóvenes que tienen interés en adherirse a grupos con tendencia terrorista. [Equipo ASN, Felipe Lemos]

Vea lo que piensan los adventistas sobre el terrorismo: