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¿Quiénes son y qué hacen los “Ancianos” de Iglesia?

En las iglesias adventistas existe una función denominada “Anciano”. Pero ¿De qué se trata?


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De izq. a der.: Daniel Shindler y Arnoldo Spieker en el frente del templo Adventista de Salto Encantado, Misiones. Foto: Santiago López

En las iglesias adventistas existe una función denominada “Anciano”. Pero nada tiene que ver con la condición física o etaria de quienes dedican su tiempo a realizar esta gran tarea.

¿Qué es ser anciano? Sería, tal vez, la pregunta inicial. Un anciano de iglesia visita, aconseja, orienta, instruye y tiene la mayor alegría de su vida al ver el bautismo de nuevos conversos. Los jóvenes lo buscan, los adultos están atentos a lo que él habla, los abuelos reciben consuelo a través de sus palabras. Podríamos decir que él es el pastor de las familias de la Iglesia, después de todo, conoce a todos, se preocupa por todos. Él es el primero en llegar y el último en salir de la iglesia.

Tal es el caso de Arnoldo Spieker y Daniel Shindler, ancianos de iglesia en la localidad de Salto Encantado, en la provincia de Misiones.

Arnoldo, con más de veinte años desempeñando esta función, relata que la tarea es difícil pero linda. Además enfatiza que “Dios siempre está a nuestro lado apoyándonos para realizar este ministerio”. Arnoldo cuenta que la iglesia necesita de personas que estén al frente y la iglesia necesita de estas personas.

Daniel, quien hace ocho meses está desempeñando este cargo, relata que se siente más cerca de Dios: “Al estar enfrente hay desafíos que son humanamente imposibles y uno va a Dios en oración y estudiando su palabra. Me siento más cerca de Dios”.

Ambos disfrutan del apoyo de los miembros de iglesia cuando realizan proyectos. Pero lo más lindo para los dos es brindar estudios bíblicos. “Es una tarea que nos da alegría” cuenta Arnoldo. En tanto que para Daniel, otro de los grandes momentos es ver “cuando una persona entrega su vida a Cristo”.

El amor de Arnoldo y Daniel para con su iglesia es el resultado del compromiso y el servicio para que otras personas encuentren en ellos, el carácter y el amor de Cristo.

El anciano fue escogido y separado por Dios para una misión especial y sin duda que ellos lo llevan adelante extendiendo los brazos de Jesús en esta tierra. Cada año la Iglesia Adventista del Séptimo Día conmemora un día especial a la labor que estas personas dedican en sus iglesias.

Redacción: Alexis Villar

Entrevista y fotos: Santiago López