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Los adventistas crecen 3,55% en el 2014 en América del Sur

Adventistas registraron aumento líquido a pesar de ser menor en años anteriores. Una de las causas es el ajuste técnico de los datos de la Secretaría.


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Batismos estão em franco crescimento no território apesar de crescimento líquido ter ficado abaixo dos anos anteriores.

Los bautismos están en rápido crecimiento en el territorio a pesar de que el crecimiento líquido fue inferior al año anterior.

Brasilia, DF... [ASN] Los datos estadísticos de la Secretaría Ejecutiva de la sede sudamericana adventista (División Sudamericana) revela el balance de 2014 en términos de crecimiento de la organización en ocho países: Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador. El crecimiento líquido fue de 3,55% en el año. Pasaron a ser parte de la Iglesia Adventista, por medio del bautismo, re bautismo y profesión de fe 233.481 personas. Pero, por otro lado, salieron de la denominación en ese mismo período 153.178 por apostasía (abandono de la fe) y paradero desconocido.

Bautismos crecen también

El número de bautismos, que es uno de los principales indicadores del ingreso de miembros nuevos, también creció. En 2012, fueron 222.204 bautismos, 227.461 en 2013 y, el año pasado, el número llegó a 233.481. En comparación, entre 2014 y 2012, ese crecimiento fue de 5,1%.

Hay por lo menos dos énfasis para bautismos cada año. Uno en septiembre, durante el bautismo de la primavera, cuando hay una fuerte movilización para que niños y adolescentes preparados por sus padres o en los Clubes de Conquistadores y Aventureros tomen la decisión y se hagan miembros. El otro énfasis es generalmente en el mes de noviembre cuando se realizan las semanas de decisión en acciones de evangelismo público en varias partes de América del Sur.

Aumento en evasión de miembros

Un alerta, sin embargo, siempre existe por la salida de miembros de la iglesia. Aunque es un problema que prácticamente enfrentan todas las denominaciones cristianas en el mundo. La Iglesia Católica, por ejemplo, es una de las que más enfrenta esta situación. De acuerdo con el instituto Pew Research, especializado en investigaciones religiosas, el número de los que se decían católicos hasta más o menos los años 70, en América Latina, era de 90%. Hoy, ese porcentaje es de aproximadamente 69%.

Los adventistas sudamericanos también observan los datos de apostasía con la luz amarilla encendida. En el 2012 dejaron la iglesia 65.517 de los registros oficiales. En el 2013, ese número aumentó a 77.990, y en el 2014 a 80.303 personas.

Ajustes

Según el pastor Magdiel Pérez, secretario ejecutivo, una de las explicaciones para esos números de gente que deja de ser adventista es la regularización técnica de los datos de la Secretaría. A partir de 2009, la División Sudamericana intensificó un ajuste general en los libros de las congregaciones. Pero ¿qué ajuste fue ese? En la práctica, nombres de personas que dejaron de asistir a la Iglesia hace 20 años todavía constaban en los registros, pero nadie más los había visto y también algunas personas bautizadas no estaban con sus datos actualizados correctamente. En ese trabajo administrativo, por lo menos dos millones de miembros inexistentes salieron. “Sin ese ajuste podríamos tener hasta el doble de miembros adventistas en la región, pero eso no sería real, por eso el número final de crecimiento fue afectado. Ese ajuste mayor con corrección de los años debe terminar en el segundo semestre de este año. Después, tendremos el ajuste normal anual de quien sale y de quien entra”, comenta Pérez.

Otro enfrentamiento real de la situación de salida de miembros es el fortalecimiento del concepto de Discipulado aplicado a la realidad de la Iglesia Adventista sudamericana. Consiste en un programa de varios departamentos (Ministerio Personal, Secretaría, Evangelismo, Escuela Sabática, entre otros) para que cada miembro nuevo tenga un seguimiento consistente de parte de miembros más antiguos y se integre efectivamente en actividades que puedan ayudarlo a mantenerse como miembro firme. Eso, a largo plazo, debe disminuir ese indicador de apostasía. Se produjeron materiales específicos, se crearon clases y hay capacitación constante para que pastores y miembros comprendan que no basta ayudar a una persona a bautizarse. El trabajo de apoyo debe permanecer para que ese tipo de estadística también sea revertida en los próximos años. [Equipo ASN, Felipe Lemos].