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Dependía de un milagro, pero solo bastó una oración

Hecho milagroso sucedió luego de que la feligresía de la ciudad de Huacho, Perú, oró por la niña.


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Vida de niña dependía de un milagro y solo se bastó una oración

Thais, hoy puede sonreír junto a su familia.

Lima, Perú...[ASN] Thais Rojas es una niña de 4 años que pasó más de tres meses internada en el hospital público de la ciudad de Huacho, en Perú. Los médicos le diagnosticaron peritonitis, fue intervenida quirurgicamente pero no hubo mejoras en la salud de la niña.

Durante los 10 Días de Oración y 10 horas de ayuno (proyecto del cual participó la Iglesia Adventista en Sudamérica) la madre de Thais, Ainda Azañero, conoció al pastor adventista, José Castañeda , distrital de la ciudad. La madre le comentó de su aflicción por el sufrimiento de su pequeña hija y le pidió que oresen por la niña. Seguidamente, el pastor le comentó que esa semana la iglesia oraba por milagros y la madre pidió la visita especial del grupo de oración.

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Dado a que en Huacho no se podía hacer mucho por la salud de Thais, los padres decidieron llevarla a la ciudad de Lima, capital del Perú, en busca de mejores resultados.

Feligresía de la Iglesia Adventista en Huacho oró por la salud de Thais,

Feligresía de la Iglesia Adventista en Huacho oró por la salud de Thais,

Antes del viaje a la capital, el grupo de oración visitó a la pequeña en el hospital: cantaron y oraron junto a la cama de hospital. La niña sorprendió a todos cuando de memoria recitó el salmo 121: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová...”. Luego de colocar todo en las manos de Dios, la familia partió a Lima a la espera de un milagro.

Días antes Uberdino Vallejos, líder de la iglesia adventista de Oyon- Huaraz, y abuelo de Thais, la había ungido en el lecho del dolor. Mientras tanto la feligresía de la iglesia en Huacho continuó orando por la salud de la pequeña.

Días después, grande fue la noticia cuando Thais fue dada de alta por los médicos sin que le tengan que realizar ninguna otra intervención, ya que había sido sanada. Su padre Hugo Rojas se manifesto luego del milagro: “Pastor, Dios nos escuchó”. Mientras Thais sonreía  y decía: “¡Ya puedo comer!”. Los padres agradecieron el gesto de la iglesia y fortalecieron su fe. [Equipo ASN, la redacción con informaciones  de Michel Rojas]