Lima, Perú… [ASN] Una bella congregación en una zona alta cercada por grandes montañas que misturan lo verde de las plantas con el gris de la arena es un paisaje, sin duda, diferente. Esa es la Iglesia Adventista de La Molina, localizada en uno de los barrios con metro cuadrado más caro de Lima (que ronda entre los 3 a 5 mil dólares), capital del Perú. Inaugurada la tarde del domingo, 02, con la presencia del liderazgo adventista mundial, la Iglesia tiene una propuesta osada: quiere ser un centro de grande influencia cultural, educacional y espiritual en la comunidad.

Para Daniel Vallejos, director de Comunicación de la Iglesia Adventista para la zona sur del Perú (Unión Peruana del Sur), el poder adquisitivo de los cerca de 20 mil habitantes del barrio fue desafiado por los adventistas como una oportunidad de presentar una iglesia relevante para la sociedad. La denominación cristiana es la única autorizada hasta el momento para construir un templo en el distrito de La Molina y debe aprovechar bien el terreno de 2.700 metros cuadrados. Allí serán ofrecidos, en un edificio de cinco pisos, cursos de instrumentos e idiomas como inglés, portugués y mandarín para los pobladores locales, además de otros beneficios conforme a la posibilidad e interés.

La Roca es el fundamento

El templo para cerca de 300 personas fue dedicado a Dios el domingo y contó con varias ceremonias especiales. Un monolito se dio a conocer, una roca con la inscripción de la Iglesia fue inaugurada, cintas cortadas y cuatro bautismos marcaron el inicio oficial del funcionamiento de la congregación. A la hora de develar la roca de granito colocada a la entrada de la congregación, el secretario ejecutivo asociado de la Iglesia Adventista mundial, pastor Augutín Galicia, resaltó que el fundamento de cualquier congregación es espiritual, es decir, debe estar basado en la roca que simboliza a Cristo.

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El ingeniero que proyectó la obra y que es miembro de La Molina, Raúl de los Ríos Sánchez, explicó que hasta ahora los cerca de 100 adventistas se reunían en un lugar estrecho. Y sueña con el futuro. “Queremos establecer convenios con la universidad adventista aquí para tener profesionales que nos ayuden con eso. No queremos solo llevar la Palabra, sino enseñar a las personas algún oficio útil”, comenta el ingeniero.

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Esta nueva iglesia forma parte del desafío de alcanzar a las grandes ciudades y, por ello, ha sido levantada en una zona residencial de la capital peruana y cerca de un cementerio, donde la gente de clase social media – alta acude constantemente. Por esta razón, estará abierto todos los días y con un personal dispuesto a ofrecer consultorías pastorales gratuitas a la comunidad en general y, de forma especial, a los asistentes de las ceremonias fúnebres, a fin de mostrar esperanza en el dolor.

Los cultos serán presentados en español, inglés, portugués y francés.

La infraestructura está conformada por un auditorio principal, un auditorio para el Culto Joven, aulas para niños, un comedor y una amplia playa de estacionamiento. [Equipo ASN, Felipe Lemos y Rosmery Sánchez]