Milagros Reátegui, estuvo 8 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Iquitos, Perú... [ASN] Una joven de 20 años sorprendió a los médicos de la Clínica Adventista Ana Stahl al presentar la rápida recuperación de su salud, tras un accidente producido por el choque entre su motocicleta y un vehículo de transporte de carga.

Milagros Reátegui Barrera es el nombre de la joven que ingresó a la clínica debido a una fractura en la pelvis, politraumatismo y shock hemorrágico, a lo que los médicos informaron que su estado era muy delicado y debía someterse a una operación riesgosa. Su vida corría peligro y estuvo internada ocho días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), mientras un equipo de la institución médica permanecía orando y clamando a Dios por un milagro, pues solo un milagro podía salvarle la vida.

Los días transcurrían y los médicos no determinaban cómo se realizaría la intervención. Hasta que todo quedó listo y Milagros fue intervenida por tres médicos traumatólogos. En tanto, las oraciones realizadas por el personal de la clínica eran, cada vez, más fervorosas.

La recuperación de la operación se realizó en menos de un mes y personal de la Clínica rindió gratitud a Dios.

La operación se realizó sin complicaciones. Sin embargo, a los 18 días de ingresar a la clínica, Milagros presentaba un gran avance y estaba lista para darle el alta. Es así que los médicos tuvieron que darle el alta, aunque les era difícil creerlo. “No entiendo lo que ha pasado, pero el de arriba sabe lo que hace”, expresó sorprendido el Dr. José López, especialista en Traumatología.

Cinco meses del accidente, en octubre 2014, Milagros volvió a caminar. El hecho continúa siendo increíble aún para los familiares de la joven, quien se encuentra reestablecida totalmente, gracias al poder de la oración.

Su vida se ha convertido en un testimonio que demuestra que la oración tiene poder para hacer cosas imposibles. Milagros Reátegui está estudiando la Biblia para conocer más a Dios y visita la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

El personal de la Clínica Adventista Ana Stahl agradeció a Dios por manifestarse en la vida de esta paciente. [Equipo ASN, Mariela Salazar]