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Especialista afirma: las emociones y la parte física tienen fuerte conexión

Las emociones tienen impacto sobre el organismo, explica el especialista en el asunto y profesor en los Estados Unidos.


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Melgosa tem vários artigos científicos publicados em importantes revistas da área sobre temas diversos como inteligência emocional e psicologia voltada à educação.

Melgosa tiene varios artículos científicos publicados en importantes revistas del área sobre temas diversos como inteligencia emocional y psicología relacionada a la educación.

Datos generales demuestran que, en promedio, 77% de las personas en los Estados Unidos presentan síntomas físicos regulares causados por el estrés. Y otro 33% siente que está viviendo en situación extrema de estrés. La relación entre lo emocional y lo físico parece ser cada vez más obvia y más estudiada. Para el reportaje, la Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) resolvió conversar sobre el tema con el psicólogo y doctor en Psicopedagogía, el profesor Julián Melgosa, de la Universidad Walla Walla en los Estados Unidos y actualmente director asociado de la Red de Educación Adventista en el mundo. Es autor de decenas de libros en el área, uno de ellos es el conocido Mente positiva, editado en portugués por la Casa Publicadora Brasileña, editado en español por la Editorial Safeliz y distribuido por la Asociación Casa Editora Sudamericana.

Las investigaciones demuestran claramente la relación entre las emociones positivas y la salud física. ¿Qué ha visto de más avanzado en las últimas investigaciones científicas respecto de este tema? ¿Y su experiencia con pacientes?

Julián Melgosa: La relación entre las emociones y la salud física son estudiadas de manera científica desde los años 70 con el surgimiento de la llamada medicina conductual. Desde entonces el interés ha crecido y las varias aplicaciones prácticas del conocimiento científico están siendo difundidas de forma significativa. Hoy se habla del estrés psicológico de alto nivel como uno de los principales riesgos de enfermedad y se equipara al de la hipertensión, al uso de drogas, alcohol, drogas o la obesidad.

Hoy se pide a los pacientes que tengan buen ánimo y miren el futuro con esperanza, que busquen un psicoterapeuta para mejorar su actitud y alcanzar el equilibrio mental, que cuiden mucho sus relaciones interpersonales, que practiquen el relajamiento, que utilicen la oración y la meditación y que asistan regularmente a cultos religiosos si son personas de fe. Hoy ciertos hospitales exigen de sus médicos que conozcan lo que está por detrás de sus pacientes y sus dolencias y que los inviten a expresar sus sentimientos y emociones.

Vea lo que puede ocurrir en el organismo con situaciones emocionales extremas. Infografía producida por la Revista Galileu publicado eel 07.04.2014:

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Pero, ¿entonces hay efectos reales de las emociones sobre el organismo?

La evidencia empírica más reciente habla del papel que las emociones y las actitudes tienen sobre la hipertensión arterial, el control del dolor, la recuperación de las intervenciones quirúrgicas y la depresión. Por su parte, la psiconeuroimunología ha detectado vínculos entre el estado de ánimo y las siguientes enfermedades: tuberculosis, resfriado, infección por HIV, melanoma, cáncer, vicios, síndrome de fatiga crónica, artritis reumatoide y esclerosis múltiple.

Por todo eso, los médicos y todo el personal del área de salud están incorporando más y más los aspectos emocionales en la contextualización del tratamiento de las enfermedades. Eso ya llevó a estudios de medicina en las áreas de psiconeuroimunología, psicobiología, medicina conductual, enfermedades ligadas al estilo de vida, personalidades inclinadas a la enfermedad, etc. En los Estados Unidos ya se incorporó la obligatoriedad de conocer bien la psicología para entrar en cualquier facultad de medicina.

El examen llamado Medical College Admission Test (MCAT) [Examen de ingreso a la facultad de medicina] se usa para seleccionar a los mejores candidatos de medicina. Pues bien, desde 2015 ese examen dedica un cuarto de su contenido a los fundamentos psicológicos, sociales y biológicos del comportamiento humano. No hay dudas de que no se puede practicar la medicina sin un conocimiento cabal de la mente y del comportamiento humanos.

Según su visión, ¿qué debería ser parte de nuestra rutina para que tengamos la deseada buena salud emocional? ¿Qué consejos daría?

Lo más interesante de los consejos prácticos para la salud mental y emocional es su simplicidad. Las formas de prevenir y superar el estrés y los conflictos emocionales son simples y eficaces. Aquí van los más importantes:

Mantenerse ocupado: Recomendamos a las personas que organicen su tiempo basado en un plan diario y semanal de actividades y llenen todo espacio disponible con actividades y obligaciones que incluyan actividad mental, física, social y espiritual. La mente y el cuerpo humanos fueron diseñados para actividades múltiples y constantes durante el tiempo de vigilia, eso sí, sin estresarse.

Promover la interacción social: Recomendamos a las personas cultivar el trato afable en el trabajo, en la familia y con los amigos y conservar el buen humor. Sugerimos que, en vez de sentarse enfrente del televisor o la computadora, visiten un amigo, paseen con la esposa o esposo y lleven a los hijos a un parque.

Cuidar do su pensamiento: Para conseguir un pensamiento sano y consecuentemente un comportamiento y emociones sanas, es preciso cultivar buenos hábitos de pensamiento. ¿Cómo? Aprendiendo a ver el lado positivo de las cosas, eliminando los pensamientos de ruina y de catástrofe, acostumbrándose a conversar sobre los puntos fuertes y positivos de las situaciones y mirando el futuro con esperanza.

Librarse de la culpa: El sentimiento de culpabilidad es responsable por buena parte de los problemas mentales. Queremos que las personas se libren de ese estado. Si usted se siente mal por aquello que dijo a su amigo o cónyuge, vaya a él o ella. Pida perdón y sin duda la situación se va a aclarar. En cualquier caso, vaya a Dios y admita su culpa. Una de las promesas más apreciadas de la Biblia asegura que: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Concentrarse en ayudar a otros: Es importante experimentar actividades altruistas y así un completo estado de bienestar físico y emocional. Visite a una persona mayor y ayúdela, quién sabe, a limpiar la casa, cuide de los hijos de una vecina, una madre soltera, que necesita de tiempo para hacer compras o participe en un proyecto de limpieza en el barrio. Ofrezca sus servicios profesionales gratuitamente en algún plan de ayuda humanitaria. Haga todo eso con un espíritu sincero y alegre y va a experimentar los beneficios de forma inmediata.

Integrarse a la naturaleza: El ambiente natural comunica salud mental y por eso sugerimos que las personas busquen la naturaleza siempre que sea posible. Otra buena costumbre es traer la naturaleza a casa. Por ejemplo, las plantas ornamentales en el interior de la casa alegran el espíritu.

Conectarse con lo transcendental: Dios desea la felicidad del ser humano y está disponible para ayudar a los demás, independientemente de su credo, raza o condición social. Pero al mismo tiempo, Él no fuerza sus bendiciones, sino que espera que nosotros lo busquemos. Ore a Dios, porque Él es una fuente comprobada de serenidad y paz mental. Practique la esperanza de la salvación y piense que este mundo enfermo e injusto pronto tendrá un fin, que será el principio de la perfección y de la felicidad eternos. [Equipo ASN, Felipe Lemos]