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Educación

Un ejemplo de generosidad

Alumnos solidarios de escuela adventista Trelew distribuyen alimentos. Conocé más en esta columna escrita por Silvia Mabel Guechumpán, docente de 5° y 3° grado de la Escuela Adventista de Trelew.


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Basados en la lección de Biblia  “Un ejemplo de generosidad”, donde la viuda de Sarepta da lo poco que tiene al profeta Elías y este en agradecimiento le retribuye a su acto de bondad con un milagro sorprendente, haciendo que no le falte alimento durante los años de sequía. Surge en el aula de quinto grado, durante  las horas de Biblia, la idea: “Cuando eres generoso,  puedes recibir gran cantidad de bendiciones en tu vida”.

La aplicación era organizar una campaña de recolección de alimentos y ropa, para colaborar con alguna familia o institución de asistencia social de su iglesia o su comunidad.

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Los jóvenes llevando ropa y alimentos a personas necesitadas en Gaiman.

Así surge del grupo de las nenas,  recolectar ropa,  juguetes y artículos escolares para repartir en Gaiman, una comunidad que está a 15km de Trelew. Ya que allí vive Ara una de las chicas, en la zona a de chacras y también la docente del grado; quien se comprometió preguntar en  la iglesia adventista de Gaiman qué lugares necesitaban nuestra ayuda. Allí, Rogelio Fusiman, quien ya estaba trabajando en el barrio Loma Torta de la localidad, nos invitó ayudarles.

Para que se ubiquen, este barrio es nuevo y se encuentra ubicado cerca de una loma característica del relieve del lugar. Además, fue declarado patrimonio cultural porque se encontraron resto de caciques de la comunidad Mapuche.

El municipio de Gaiman ubicó familia carente de vivienda y de bajo recursos económicos. En el lugar podemos encontrar madres solteras con hijos pequeños, ancianos y persona mayores. Hombres que viven de changas y trabajos esporádicos. Las construcciones son de chapa en su mayoría y adobe.

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Los chicos entregando ropa y alimentos en la comunidad.

La primera vez que fuimos  en noviembre, el director nos animó llevar a cabo el proyecto “más amor en navidad”, Ara, Morena, Romina, Nerina, Eliana y Milagros, estuvieron de acuerdo. Porque la primera vez que fueron quedaron realmente impactadas porque vieron muchas necesidades en aquellos niños que recibieron ropa, artículos escolares, juguetes y libros, revista Mis Amigos. Se  sensibilizaron  porque a esos chicos le hace falta mucho, les impactó que  tuvieran baños sin agua corriente, casas chiquitas donde viven muchos como por ejemplo la abuela con sus hijas y nietos,  algunos no tienen camas, etc.

Aquella vez  nos atendieron casi con desconfianza pero el  viernes último, nos atendieron con más alegría. Ellos ya saben que somos de la iglesia y de la escuela adventista. Esta vez llevamos alimentos no perecederos, una bolsa navideña y ropa. También entregamos un sommier de dos plazas y un colchón  de una plaza que dono  el  papá, de Ara. Los hermanos Rogelio y Mirtha Fusiman previamente hablaron  con  una señora que ellos les están dando estudios bíblicos y  sabían que ella solo tenía una pequeña cama que les habían conseguido los hermanos de la iglesia adventista de Gaiman. A ella se le quemó la casa en el mes de junio y los hermanos conocen su situación familiar y económica.  También a sus vecinos les dimos el colchón de una plaza, lamentablemente otros se acercaron a pedirnos más, pero no teníamos.

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Docente y chicos con los productos alimentarios listos para entregar.

Juntamos en la escuela con la colaboración de algunos alumnos, alimentos  y ropa. Además  las dos sociedades de menores del turno tarde y turno mañana nos dieron sus ofrendas para comprar. Por esa razón nos organizamos después de clases para ir a comprar en bulto cerrado, a un mayorista de la ciudad. Cada bolsa llevaba una revista "Rompiendo el silencio", el libro "Esperanza Viva" (libro misionero de este año) e invitación de la iglesia local.

Luego, con los autos de los padres y de la familia nos trasladamos a otro barrio periférico para entregar alimentos y ropa a dos familias que la iglesia local asiste y finalmente a cuatro hogares de ancianos, que están ubicados cerca de la iglesia adventista de Gaiman.

Muy buena disposición de los padres de Romina, de Milagros, de Eliana y de Ara por traer a las chicas y ayudarnos a repartir las donaciones y a la escuela por sus ofrendas. Estamos muy agradecidos a los hermanos Rogelio y Mirtha por orientarnos donde donar y su trabajo misionero en el lugar.

Estamos seguros que esta actividad favorece el alma de todos sus participantes y brinda esperanza a todos los que reciben con amor y generosidad. Y como desea Jesús, que nuestra colaboración inspire el camino de los demás hacia el reino de los cielos.