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La Radio Nuevo Tiempo transforma vidas

Myriam Sanabria, catorce años atrás era la esposa de un importante pastor de una reconocida iglesia evangélica en San Rafael. Toda la felicidad se derrumbó cuando tuvo que afrontar una gran dificultad en su matrimonio que hizo que este terminara en d...


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Miriam disfruta de su nueva familia en Cristo.

Miriam disfruta de su nueva familia en Cristo.

Myriam Sanabria, catorce años atrás era la esposa de un importante pastor de una reconocida iglesia evangélica en San Rafael.

Toda la felicidad se derrumbó cuando tuvo que afrontar una gran dificultad en su matrimonio que hizo que este terminara en divorcio. Cuando la crisis matrimonial pasó, Myriam se instaló en la iglesia evangélica más grande de la ciudad, y allí pasó los últimos catorce años, entre una multitud de miembros, tratando de sobrevivir a la catástrofe. Myriam luchó para mantener la fe en Dios de sus 4 hijos, pero fue tal el daño sufrido, que con el tiempo, ellos empezaron a flaquear en la fe. Después de mucha oración, los fue acercando nuevamente a Dios, aunque el mayor fue quien sintió más el golpe de la separación y quien empezó a afrontar diferentes fracasos emocionales. Cuando vio que las cosas empeoraban con su hijo en San Rafael, decidió enviarlo a vivir a Chile, para que allí empiece una nueva vida.

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Miriam entrega su vida a Dios a través del bautismo.

Myriam es propietaria de un lavadero de ropa industrial. Una mañana, mientras trabajaba y escuchaba la radio cristiana de su iglesia evangélica, esta de repente se cortó. Inmediatamente empezó a mover el dial para ver si podía sintonizarla nuevamente, pero no le fue posible, hasta que captó una emisora que le llamó la atención: un pastor Brasilero estaba explicando la Biblia. Ella creyó que era de la iglesia universal, pero no cambió el dial porque el tema la cautivo: el pastor estaba respondiendo una pregunta en cuanto al verdadero día de reposo: el sábado. La radio que había sintonizado era la Nuevo Tiempo 106.7 de San Rafael, y quien hablaba era el Pastor Leandro Cuadros, explicando la verdad del sábado. En ese momento Miriam se dio cuenta que nunca había oído hablar de este tema, a pesar de ser cristiana ferviente desde los 8 años y haber llevado adelante un ministerio pastoral durante años, siendo ella “pastora”.

En sus propias palabras ella dijo: “En ese momento sentí un dolor el corazón, por haber vivido en desobediencia tantos años ante Dios”. La radio ofreció el estudio bíblico “La Biblia Habla”, el cual solicitó rápidamente. En pocos días el material le llegó a su domicilio, y se intereso en el estudio de la Biblia. Luego le preguntó a una amiga si conocía la iglesia adventista, ella le dijo: “no la conozco, pero conozco a un adventista, es el Señor que me vende miel y nueces”. Myriam le pidió por favor que enviara a ese hombre a su negocio para hacerles algunas preguntas. Fue así como Sergio, Director de Publicaciones de Cuadro Benegas la visitó. Respondió a sus preguntas, y le regaló el libro "Viva con Esperanza", y la colección de Elena de White, “conectados”. Cuando se terminó de convencer de la verdad del sábado y de cómo se debe guardarlo, el viernes 28 de agosto decidió cerrar su negocio para asistir a la Iglesia Adventista de San Rafael Centro por primera vez. Asistió el sábado por la mañana y por la tarde participó activamente en diversos otros programas.

Mientras esto ocurría en Argentina, hace tres semanas su hijo la llamó desde Chile y le dijo lo siguiente: “Mamá, espero que no te vayas a molestar, pero estoy asistiendo a otra iglesia, pero no es la misma a la que vos vas. Me voy a bautizar en la Iglesia Adventista del Séptimo Día”. Fue así como el domingo 27 de septiembre Juan Carlos, junto a su tío y un primo, entregaron la vida a Cristo por medio de bautismo.

Hace tres semanas que Myriam asiste a todos los cultos de la iglesia, incluyendo a las madrugadas de oración que se están haciendo estos días. Una mañana pasó al frente, y entre lágrimas, relató su testimonio. Concluyó su relato entre diciendo: “Fueron muy difícil para mí estos años, el enemigo me destruyó todo, pero ahora siento que por fin llegué a casa, por fin los encontré a ustedes”. Myriam pidió ser bautizada esa mañana, en la reunión de oración. Actualmente, tres de los cuatro hijos están en contacto con Iglesia Adventista por el trabajo misionero de una madre que nunca perdió la fe en Dios, y este la llevó al conocimiento pleno de la verdad.

No importa cuanta estrategia evangelística tengamos, cuantos planes, cuanto dinero invirtamos, una iglesia sin oración está destinada al fracaso continuo, aun cuando crea estar ganando personas para Cristo. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo.” Hechos 1:8.

[Alexis Villar. Carlos Velis, San Rafael. Mendoza]