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Falleció un baluarte de la Comunicación en Argentina

Falleció un baluarte de la Comunicación en Argentina

Arturo fue un exponente de la Comunicación en Argentina y trabajó arduamente para diseminar la señal Nuevo Tiempo en el país.


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Un baluarte de las Comunicaciones

Arturo no se conformó con llegar a 10 casas a través del cable, sino que comenzó a rogar a Dios para que le permita establecer un canal de televisión abierta que emita desde su casa.

Mendoza, Argentina...[ASN] El jueves 5 de diciembre falleció, en la ciudad de Mendoza, Arturo Irazábal, quien trabajó incansablemente para predicar el evangelio a través de las Comunicaciones. Justamente, el día anterior a su muerte, había enviado a la administración de la Misión Argentina del Centro Oeste el presupuesto para enlazar las tres antenas Nuevo Tiempo de Mendoza.

El pastor Carlos Gill, presidente de la Iglesia Adventista en Argentina afirmó, refiriéndose a Arturo: “Puedo decir que descansó, pues si hubo alguien que nunca dejó de trabajar por el Señor fue él. Sin duda que para Arturo es la promesa: “¡Bienaventurados de aquí adelante los muertos que mueren en el Señor! Sí, dice el Espíritu, descansarán de su trabajo, porque sus obras con ellos siguen.” Apocalipsis 14:13.

Historia de Arturo

Arturo era un joven enérgico, visionario, muy capaz pero extremadamente escéptico y combativo en relación a todo lo que fuese religión y creencia en Dios como ser superior.

Al término de sus estudios secundarios, decidió incursionar en la rama de la Ingeniería Electromecánica.

Paralelamente a sus estudios, comenzó con un emprendimiento de un taller metalúrgico.

En el cuarto año de su carrera de ingeniería, una persona allegada a él y creyente adventista, no pudiendo conversar con él de temas religiosos, “se olvida un libro” en la casa de Arturo.

La lectura del libro lo cautivó y no pudo detenerse hasta terminarlo. Pidió que esa persona le empezase a enseñar de la Biblia, y luego de repasar las doctrinas básicas de la Escritura, tomó la decisión de entregarse a Dios a través del bautismo. Un gran milagro comenzaba a suceder en su vida.

Junto con la decisión de entregarse a Dios y unirse a la Iglesia, resolvió dejar sus estudios de Ingeniería en 4to año, cerrar su taller metalúrgico y empezar con la carrera de Teologia en la Universidad Adventista del Plata (UAP).

Hizo una carrera brillante, fue presidente del Grupo Misionero de estudiantes de la UAP, (en aquel tiempo CAP), se hizo novio y concluyó sus estudios hace 27 años atrás.

Mientras esperaba ser invitado por la iglesia para trabajar en algún distrito misionero, y mientras servía como capellán del Club de Conquistadores, un fin de semana de campamento sufrió un accidente increíble. Cayó en un pequeño arroyo mientras caminaban con los integrantes del club un sábado por la tarde, y golpeó su cuello en una roca que estaba sumergida, estallando su tercera vértebra cervical, sufriendo un seccionamiento de su medula ósea.

Desde hace 27 años que Arturo estaba en una cama, parapléjico. Su sueño de ser pastor quedó trunco, pero nunca bajó sus brazos, y con la ayuda de Dios y la presencia del Espíritu Santo, su vida es una inspiración para centenas de personas que disfrutan de su experiencia de vida.

Estuvo al borde de la muerte muchísimas veces. Dios lo levantó de cada una de esas circunstancias tan complejas. En esa condición de lisiado, decidió retomar sus estudios de Ingeniería, y en el año de 1992 se graduó en la Universidad Tecnológica Nacional como Ingeniero Electromecánico.

En el ámbito eclesiástico se involucró acompañando a los jóvenes como consejero espiritual en diversos eventos, en una de las grandes Iglesias de Buenos Aires (Palermo), ya que le tocó estar en esa ciudad por algunos años debido a sus tratamientos de rehabilitación. Allí también fue un líder muy querido, respetado y recordado de esa comunidad de creyentes.

Pasados los años, volvió a Mendoza, su provincia natal. Radicando en Las Heras, una de las ciudades satélites de la capital de la provincia (4 ciudad de la Argentina).

Sus padres fallecieron, el quedó solo en su casa. Una vecina rotaba su cuerpo cada 4 horas para que no se le produzca llagas en la espalda.

Desde su cama y a pesar de las serias dificultades para manejar sus manos, aprendió a manejar su computadora con la que elaboraba planos eléctricos, y de otro tipo, que pone a disposición de particulares y empresas, y de esa manera y sumado a una pequeña pensión, sostenía su vida económicamente.

Desde hace algunos años, Arturo comenzó a pensar, orar, e informarse en relación a las comunicaciones y las posibilidades que la Iglesia ofrece a través de la Radio y la televisión Nuevo Tiempo. Se apasionó por esto y comenzó a soñar.

Hizo colocar la antena parabólica en su casa, pero no se conformó con beneficiarse él, sino que elaboró una red con 10 casas de su vecindario a los que les proveyó señal desde su antena.

Con su teléfono invitaba a sus vecinos a sintonizar programas especiales y luego convocaba a los que tenían interés en estudiar la Biblia, con él. Fruto de ese trabajo cuatro personas se han unido a la Iglesia Adventista a través del bautismo.

Arturo no se conformó con llegar a 10 casas a través del cable, sino que comenzó a rogar a Dios para que le permita establecer un canal de televisión abierta que emita desde su casa.

Fallece Arturo

Arturo Irazábal fue un baluarte de la Comunicación en Argentina.

Dios contestó la oración de Arturo, comenzaron a visitarlo miembros de iglesia que se interesaron en ese proyecto. Aparecieron algunas donaciones y desde su cama Arturo comenzó a hacer los trámites de autorizaciones municipales, provinciales y nacionales; con el objetivo de conseguir los permisos para levantar una antena de 45 metros y montar ese nuevo canal de aire.

Arturo todavía no puede caminar. Han pasado 27 años desde aquel accidente, pero Dios acompaña su sueño, su visión, su pasión y sus ganas.

Hace un tiempo, Arturo comenzó a operar el nuevo canal 6 de “Las Heras”. Su casa se convirtió en una plataforma de despegue, porque desde su cama Arturo volaba a través de la señal para entrar con el mensaje de salvación a centenas de casas, en 8 kilómetros a la redonda, a donde llega hoy en día la señal.

Seguramente miles de personas alcanzarán una nueva dimensión de vida, gracias al trabajo abnegado de Arturo y si es que nos comprometemos a acompañar por tierra lo que se emitirá por el aire. [Equipo ASN, Santiago López y Patricia Marcos]