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Anciano abandonado es recogido por esposos adventistas

Anciano abandonado es recogido por esposos adventistas

Familia adventista: “Nuestra misión es ayudar al prójimo, a quien más lo necesita”.


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Pr. Daniel Vergara, Enrique Martinez y Alicia Hernández. Foto: Lisandro Batistutti

Pr. Daniel Vergara, Enrique Martinez y Alicia Hernández.
Foto: Lisandro Batistutti

Buenos Aires, Argentina… [ASN] Enrique Martínez, un hombre de avanzada edad, natural de México, fue encontrado por una pareja de esposos adventistas, en situaciones inhumanas. El anciano fue encontrado en las calles de Buenos Aires, herido, dado que una moto lo impactó en plena vía pública y lo dejó lesionado por tres días; hasta que misteriosamente alguien lo recogió y lo llevó a un hospital. Sin duda, Dios tenía un propósito para Enrique.

“Sufrí un accidente y ellos me acogieron en su hogar”, recuerda Enrique horas antes de su bautismo, en la campaña satelital, con el pastor Luís Gonçalves, desde Buenos Aires, Argentina.
La historia de su encuentro comenzó de la siguiente manera. Alicia Hernández, encontró al anciano junto a un grupo de ayuda urbana que recorría un parque de la ciudad de Santiago de Estereo, en el país gaucho. “Primero lo llevamos a un camping privado, le armamos una carpa y lo atendimos allí”, contó ella.

Con prontitud, Enrique, recibió una serie de publicaciones de la Iglesia que comenzó a compartir con otras personas de la zona. Sin embargo, el enemigo quiso atemorizarlo y mientras Enrique repartía ejemplares del libro “La Gran Esperanza”, una familia comenzó a decirle que debía drogarse y hasta llegó amenazarlo con un cuchillo. Un día Alicia lo encontró asustado, un viernes de noche, cuando le llevaba comida. Finalmente la familia entendió que compartir el amor de Dios implica también compartir los bienes materiales para ayudar a quienes lo necesitan. “Junto a mi marido Luis decidimos llevarlo a casa y estamos felices de tenerlo”, contó Alicia. Además resaltó: “Nuestra misión es ayudar al prójimo, a quien más lo necesita”.

Enrique comenzó a congregarse por invitación de Alicia y de Luis, y a estudiar la Palabra de Dios, “la iglesia me abrió las puertas”, reconoció él. Todo gracias a un matrimonio que entendió que compartir es la base del amor de Jesús. [Equipo ASN, David Flier]