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Olimpíada cristiana

Olimpíadas, con todo el movimiento de los atletas, nos enseña mucho sobre una fe que se mueve, que actúa.


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professor-tocha-olimpica-condutorEstamos a menos de 80 días del mayor evento deportivo del mundo, que se realiza cada cuatro años. A estas alturas, es inadmisible que un atleta pierda tiempo de su entrenamiento. En la mayor radio de noticias de mi estado, escuché una entrevista a un gran preparador físico en la que él enfatizó la repetición de una frase: “el movimiento es vida; la vida es movimiento”. Del tema de los juegos olímpicos comenzó a invitar a toda la audiencia a tener el hábito de practicar actividades físicas. Este año, el estancado Brasil recibe un poco de “brillo en los ojos” al acompañar la marcha de la antorcha olímpica.  Y la longevidad de cada uno de nosotros, comprometida también debido a nuestro sedentarismo, puede mejorar si decidimos movernos.

Cuando hablamos de “re”-avivamiento estamos presuponiendo un estado anterior de pérdida de vida.  ¿Y cuándo perdemos la vida? En los videojuegos, cuando dejamos de jugar, perdemos la vida.  En una sociedad, cuando dejamos de trabajar, también sucede eso.  Tanto las batallas como el atletismo ilustran la vida real así: dejar de correr es desear la muerte. Cuando intentamos poner lo que está vivo en estado estático, perdemos la vida. De la misma manera en la que hacer ejercicios físicos ayuda a determinar la cantidad de nuestra vida biológica, nuestra vitalidad espiritual también depende totalmente del movimiento.

Las denominaciones cristianas comparadas a la Iglesia Adventista del Séptimo Día disminuyen su tamaño cada año. Al contrario de esta tendencia, la Iglesia Adventista debe su vigor de crecimiento[1], también, a la incisiva dinámica de actividades y servicios misionales y misioneros. Sabemos que la tendencia ascendente[2] o decreciente[3] del gráfico de una iglesia puede depender mucho del nivel de la dedicación propia al evangelismo.  Pero esto no sucede solamente en el colectivo denominacional o congregacional, pues “la iglesia es usted”. Espiritualmente también usted es un organismo vivo. Y ningún organismo vivo debe permanecer estático si desea desarrollarse.  Esto es un fenómeno del que no podemos escapar. Si su vida espiritual no crece, se atrofia”.[4]

¿Quiere ser reavivado? ¡No tendrá más vitalidad espiritual si se queda parado, sin hacer nada, con las manos abiertas, esperando que caiga algo del Cielo! Para ser reavivado, en primer lugar, es necesario tener fe (Juan 3:16). Una de las formas de tener fe es la comunión diaria a través del estudio de la Biblia (Romanos 10:17), porque la Palabra de Dios es vida (Juan 6:63), y la oración, es “el ejercicio más santo del alma”.[5] La oración “pone al corazón en inmediato contacto con la Fuente de la vida, y fortalece los tendones y músculos de la experiencia religiosa. Descuídese el ejercicio de la oración, u órese esporádicamente, de vez en cuando, según parezca propio, y se perderá la relación con Dios. Las facultades espirituales perderán su vitalidad, la experiencia religiosa carecerá de salud y vigor”.[6] La devoción personal no es una teoría, sino un ejercicio de elongación y calentamiento.

¡El resultado de quien ORA es la ACCIÓN! El otro ingrediente necesario para el reavivamiento son las obras (Santiago 2:17 y 24).  La participación en la evangelización “conduce al reavivamiento. El acto de testificar es uno de los medios utilizados por Dios para reanimar un corazón espiritualmente indiferente”.[7] “Ningún cristiano permanece estático en el tamaño de su fe y en su grado de desarrollo. Si no participa de actividades misioneras para llevar personas a Cristo, para que sean miembros activos y regulares de esta iglesia, se dirige rumbo a su propia ruina. Solo hay dos opciones: es un misionero intencional o está muerto espiritualmente.  Y he conocido muchos difuntos ambulantes, maravillosamente revestidos”.[8] Pero usted puede “ser un cristiano nacido de nuevo” practicando las “buenas obras, fruto de la fe”.[9]  “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis” (1Corintios 9:24), considerando que nos queda tan poco tiempo.

[1] MacDonald, G. Jeffrey. Adventists' back-to-basics faith is fastest growing U.S. church, http://usatoday30.usatoday.com/news/religion/2011-03-18-Adventists_17_ST_N.htm#

[2] Silva Jr., Valdeci. “Prodígio Biogênico” https://noticias.adventistas.org/pt/coluna/valdeci-junior/prodigio-biogenico/

[3] Silva Jr., Valdeci. “Esse Defunto Sou Eu?” https://noticias.adventistas.org/pt/coluna/valdeci-junior/esse-defunto-sou-eu/

[4] Silva Jr., Valdeci. “Os Nossos Compromissos” http://www.nasaladopastor.com/2013/01/os-nossos-compromissos.html

[5] White, Elena G. de. Joyas de los testimonios, tomo 2, página 61.

[6] White, Elena G. de. Mensajes para los jóvenes, página 175.

[7] Finley, Mark A. Reavívanos Otra Vez, página 96.

[8] Silva Jr., Valdeci. “Os Nossos Compromissos” http://www.nasaladopastor.com/2013/01/os-nossos-compromissos.html

[9] White, Elena G. de. Reavivamiento Verdadero, páginas 24-30.

Valdeci Júnior

Valdeci Júnior

Reavivamiento y Reforma

La espiritualidad que lleva a la práctica

Licenciado en Teología Educativa y Maestro en Misión Urbana, trabajó en la Educación Adventista por 2 años, en la Escuela Bíblica de Nuevo Tiempo por 5 años y es pastor de iglesias desde hace 9 años. Produce y presenta el programa restablecida por su Palabra en Radio Nuevo Tiempo y es el autor del libro REAVIVAndo & REFORMAndo.