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Comunicación

Cómo transformar los eventos de iglesia local en noticias (3)

El departamento de comunicación puede ser muy bien aprovechado por los departamentos cuando se planifica.


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Foto; Freepick

En los artículos anteriores comencé con una lista de cuatro “pecados” que cometemos a la hora de planificar la comunicación a nivel de iglesia local (si no a más niveles):

  1. Una planificación de actividades centradas en nuestras necesidades o “de acuerdo” a nuestros “estándares” internos.
  2. Falta de director de Comunicaciones local.
  3. Falta de coordinación entre las actividades de todos los departamentos o ministerios de la iglesia local (más allá de la distribución de fines de semana para que nadie estorbe a los demás).
  4. Falta de estrategia para coordinar las actividades con la agenda social.

Ya hemos considerado el punto #1: La planificación de actividades centradas en “nuestras” necesidades o “de acuerdo” a nuestras normas “internas”. #2. La falta de director de comunicaciones. Hoy vamos a tratar el punto #3.

Lea también:

Cómo transformar los eventos de iglesia local en noticias (2)

  1. Falta de coordinación de actividades entre los diferentes departamentos o ministerios locales.

Tal y como comenté en el primer post, hacemos mucho trabajo y preparamos muchas actividades que podrían ser de mucho interés para nuestros vecinos y comunidades donde nos reunimos, pero carecemos de visión para prepararlas y nos faltan medios y puentes para alcanzar nuestra vecindad con la información oportuna, todo ello nos trae resultados ya conocidos (y escasos).

No es cuestión de que cada departamento haga la “guerra” por su cuenta, cada director de ministerio local en su rincón o esquina.  Podemos trabajar juntos y tener sinergia entre los diferentes departamentos o ministerios de iglesia local. Es común que, cuando se hacen series de evangelismo se pida a los responsables del ministerio de la infancia que preparen actividades de modo que los visitantes puedan dejar al cuidado sus hijos y prestar atención tranquilos a las conferencias. Es solo un ejemplo. Pero, ¿hemos pensado en la coordinación entre todos los departamentos y ministerios junto con el Ministerio Personal? El departamento de comunicaciones debería ser la “columna vertebral” que articula todos los ministerios y áreas de la iglesia junto con el equipo pastoral.

Cuando cada ministerio prepara una actividad, deberían contar con el consejo y perspectiva del responsable de comunicaciones y el director de Ministerio Personal. ¿Por qué? Porque con la ayuda de cada uno de ellos, encontrarán la manera de transformar cualquier actividad, que en principio se dirige a la propia iglesia, en una actividad diferente, interesante y atractiva también para públicos externos no adventistas. En el siguiente artículo hablaremos de la estrategia y sincronización con la “agenda social”, de momento tenga en mente que un plan anual puede ser elaborado y cada ministerio local puede tener una parte en él. Coordinar y programar. El responsable de Ministerio Personal junto con el responsable de Comunicaciones.

A veces hay muchas actividades que se preparan y que al mismo tiempo, pasan inadvertidas. Podrían haber sido mejoradas y fortalecidas con el trabajo en coordinación con otros ministerios. Hay líderes de iglesia local que acaban “quemados” porque están preparando constantemente pequeñas actividades, intentando encontrar un espacio en el calendario de iglesia ya saturado de actividades. He visto en algunos casos auténticas “guerras” intentando captar la atención de los miembros de iglesia sobre otras actividades, verdaderas competiciones internas para ver qué actividad de qué ministerio tiene “más éxito” que otras, quién ha tenido más asistentes, y a menudo, se han centrado solamente en los propios miembros de iglesia.

Me siento triste cuando veo esas cosas, porque esa no es la motivación de nuestra iglesia. Hemos sido llamados a servir, no a competir entre nosotros. Hemos sido llamados a ayudarnos los unos a los otros, no a minar el espíritu de nuestros hermanos en Cristo. Los resultados a veces son iglesias divididas, personas enfadadas, aquellos que no quieren volver a desarrollar un cargo en la iglesia durante años, y una gran pérdida en definitiva.

Al coordinar todas las actividades de iglesia, o al menos, la mayoría de ellas (siempre habrá excepciones), podemos prever 5 ó 6 grandes actividades por año, una cada dos meses (por ejemplo), diseñadas específicamente para los “no adventistas”, dirigidas a diferentes audiencias, relevantes para nuestros vecinos, y relevantes también para los medios de comunicación local (eso lo trataremos en el último artículo de esta serie). De este modo, podremos coordinar, desde el departamento de Comunicaciones y Ministerio Personal, el calendario de las actividades de iglesia más notables del año, y, estratégicamente, asignarlas a diferentes ministerios. Cada ministerio debe continuar con algunas actividades menores y regulares o cotidianas (siempre necesarias), pero centrándose en la preparación de la “gran” actividad que se le ha asignado para servicio a la vecindad.

Otros departamentos pueden ayudar haciéndose cargo de pequeñas responsabilidades delegadas, mientras preparan su propia “gran” actividad cuando llegue su turno en el calendario anual. Al trabajar de este modo, le damos a cada ministerio un objetivo, un tema de trabajo sobre el que centrarse, un plan de acción para el año, de modo que se centren en construir en vez de competir con otros. Asumen una actitud mental de colaboración dentro de un proyecto mayor, en común entre todos. Al mismo tiempo, toda la preparación está constantemente moldeando su espíritu y mentalizando a cada miembro de iglesia sobre el “servicio a la comunidad”.

Otra ventaja de trabajar en coordinación es rebajar la presión que algunos sienten a la hora de ser “creativos”. Evitaremos el “burn out” en los líderes de iglesia local, puesto que ya no sienten la presión de ser “la estrella del show” cada mes, sino que la exigencia queda distribuida entre todos respetando los turnos de acción en espíritu de colaboración. Todo ello traerá como fruto un espíritu más alegre y de reconocimiento ante el trabajo de los demás. Será un “plan común” en proceso de desarrollo y como fruto de trabajo en equipo, con un objetivo común, trabajar y servir a la comunidad, vecindad y ciudad.

El próximo artículo, y último de esta serie, nos dará las claves para desarrollar la estrategia en la planificación.

Pedro Torres

Pedro Torres

Comunicando Esperanza

Comunicar es predicar, predicar es comunicar

Actualmente es director de Comunicaciones en la Asociación del Norte de Francia. Es un enamorado de Jesús, que le encanta disfrutar de la lectura de la Biblia y de la familia, y compartir el amor de Dios con los que se cruzan en su vida, o en ruta con la motocicleta. Apasionado de las comunicaciones, pues comunicar el amor de Dios y su Salvación, es lo que le motiva.