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Treinta años, una historia de servicio

Treinta años, una historia de servicio

Me gustaría usar mi columna de este mes para destacar algo importante que está sucediendo este año en el mundo humanitario, la conmemoración de los 30 años de existencia de la agencia humanitaria adventista, ADRA. El año 2014 es muy especial para la...


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Me gustaría usar mi columna de este mes para destacar algo importante que está sucediendo este año en el mundo humanitario, la conmemoración de los 30 años de existencia de la agencia humanitaria adventista, ADRA.

El año 2014 es muy especial para la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, ADRA. Hace exactamente 30 años, en 1984, la Iglesia Adventista del Séptimo Día decidió establecer una agencia humanitaria con el objetivo de realizar proyectos de desarrollo comunitario y prestar ayuda humanitaria alrededor del mundo.

Hoy, 30 años después, ADRA tiene muchos motivos para conmemorar. Con presencia en 134 países, sus centenares de proyectos esparcidos por el mundo benefician directamente a cerca de 20 millones de  personas por año. En Brasil, por ejemplo, son más de 50 proyectos y colaboradores que benefician a más de 100 mil personas todos los años. Estos números demuestran la madurez e importancia del trabajo desarrollado por la agencia adventista alrededor del mundo.

Además de los centenares de proyectos de desarrollo comunitario en las áreas de salud, educación, desarrollo económico, combate al hambre y desnutrición, ADRA se destaca también por llevar ayuda humanitaria de emergencia en tiempos de desastres naturales y guerras. En todos los grandes desastres que sucedieron en los últimos 30 años, en el mundo, tales como terremotos, tsunamis, inundaciones, tifones, etc., ADRA con seguridad estuvo presente aliviando el sufrimiento de millones de personas.

Uno de los puntos destacados de la historia de la agencia fue recibir el Status Consultivo General de la ONU que fue concedido a la agencia en 1987. Sin duda un reconocimiento importante por el trabajo desarrollado por ADRA en el mundo.

Tal vez una pregunta que usted puede estar haciéndose sea la siguiente: ¿Cómo se financian los proyectos de ADRA? Como en la mayoría de los casos de las organizaciones sociales y humanitarias, ADRA depende de algunas fuentes variadas de recursos para realizar su trabajo, tales como recursos de una mantenedora, la Iglesia Adventista, responsable de la estructura administrativa básica, colaboración de gobiernos, fundaciones y empresas privadas, y donaciones de personas físicas. Vale destacar también el apoyo de miles de voluntarios que donan su tiempo y talento para la agencia en todo el mundo.

Se calcula que en sus 30 años de historia ADRA ha beneficiado directamente más de 300 millones de personas en todo el mundo. Sin duda estos son números expresivos, considerando el slogan de la agencia que es: Transformando el mundo una vida a la vez.

Antes de terminar, me gustaría registrar aquí mi alegría y privilegio de estar sirviendo en ADRA por 18 años, no solo aquí en Brasil, sino también en Angola, Mozambique, Armenia e India. Mi gran deseo y sueño es que no precisemos existir por otros 30 años más. Sin embargo, si fuera necesario tengo la seguridad de que ADRA seguirá cumpliendo su papel de aliviar el sufrimiento humano cuando y donde fuera necesario. Felicitaciones ADRA por sus 30 años, sin duda, una linda historia de servicio.

Para conocer mejor el trabajo desarrollado por ADRA en el mundo y en Brasil acceda a los siguientes links:

Sitio web de ADRA Internacional (en Inglés) – www.adra.org

Sitio web de ADRA Brasil – www.adra.org.br

Facebook de ADRA Internacional - https://www.facebook.com/joinADRA?fref=ts

Facebook de ADRA Brasil - https://www.facebook.com/amigosADRABrasil

 

 

 

 

Paulo Lopes

Paulo Lopes

¿Quién es tu prójimo?

Una de las vías de desarrollo es la solidaridad.

Paulo Lopes, 48 años, nació en Itapeva, al sur de Minas Gerais. Vive en Brasília, DF, donde actualmente es el director de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA - Brasil), una organización no gubernamental establecida por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Es Licenciado en Administración de Empresas, y tiene estudios de Teología y Contabilidad, tiene más de 17 años de experiencia en el sector sin fines de lucro. Vivió y trabajó durante 18 años en países como Angola, Mozambique, Armenia, Rusia e India. Está casado con la profesora Edra Lopes y tiene dos hijos, Paul Lucas y Marcos Paulo.