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Está faltando agua

Está faltando agua

Usted ya debe haber oído decir que está faltando agua en Brasil. Si vive en San Pablo, o en algunas áreas del nordeste, usted podrá estar en verdad sintiendo la falta de agua. Sabemos que en el caso de algunas regiones de nuestro país, está faltando...


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Usted ya debe haber oído decir que está faltando agua en Brasil. Si vive en San Pablo, o en algunas áreas del nordeste, usted podrá estar en verdad sintiendo la falta de agua. Sabemos que en el caso de algunas regiones de nuestro país, está faltando agua por la escasez de lluvias, lo que podría llevar hasta a un racionamiento del agua y la energía.

Sin embargo, existe un problema mucho mayor en relación al agua. Más que tener agua es necesario tener agua de calidad y adecuada para las necesidades humanas, lo que no siempre es el caso en Brasil y en otros países en desarrollo. Todos sabemos que el agua es esencial para la vida humana. Lamentablemente, mientras que para algunos representa la vida, para millones de personas en el mundo, la falta de acceso a agua limpia y potable significa muerte. Se estima que 780 millones de personas no tienen acceso adecuado a agua en el planeta. El resultado es devastador: 1,5 millones de personas mueren todos los años en el mundo por enfermedades como cólera, fiebre tifoidea y disentería, causadas por la falta de agua y saneamiento básico adecuados. Los niños son las principales víctimas. Cada 21 segundos, un niño muere en el mundo por enfermedades relacionadas con la falta de agua y saneamiento adecuados.

Para tener una idea de las discrepancias que tenemos de acceso a agua potable en el mundo, mientras que 100% de la población de Nueva York recibe agua potable en sus casas, este porcentaje se reduce a 44% en los países en desarrollo y en los países de África Subsahariana, solamente el 16% de las casas tiene acceso adecuado.

El problema de escasez de agua en el planeta está siendo tan complejo que algunos hablan de guerras por causa del agua, o mejor dicho, por falta de agua. No sé si realmente llegaremos a este punto, pero la verdad es que este es un problema real y tenemos que estar conscientes de esto. Vale recordar que el agua y la energía andan juntas y que existe una relación de dependencia entre ellas, especialmente, en países como Brasil, que tiene su fuente de energía tan dependiente de los recursos hídricos.
Decidí escribir sobre este tema porque el día 22 de marzo conmemoramos el Día Mundial del Agua. Este día fue instituido por la ONU en 1992 durante el Congreso Internacional del Clima en Brasil, y tiene por objetivo llamar la atención de las naciones y de las personas a la necesidad de cuidar este recurso tan esencial para la vida, y al mismo tiempo, escaso.

Creo que es un momento oportuno para reflexionar sobre este asunto, sobre sus implicaciones para la vida humana, y sobre todo, sobre qué podemos hacer para no dejar a un lado la solución. ¿Qué podemos hacer usted y yo de manera práctica? Creo que por lo menos cuatro cosas podemos y debemos hacer. Podemos, por ejemplo, economizar energía y disminuir así el consumo de agua. Otra forma simple y obvia es utilizar el agua de manera consciente evitando cualquier tipo de desperdicio. En tercer lugar, prefiera una dieta vegetariana. Esto mismo. Según la Environmental Health Perspective, 2002, la actividad ganadera gasta mucho más energía que la producción de granos. Para producir un bife se gasta 100 veces más agua que para producir la cantidad equivalente de proteínas de los granos. O sea, al comer menos bife, usted ayuda a economizar agua.

Finalmente, ¿qué hacer en relación a los 1.5 millones de personas que mueren todos los años por falta de agua y saneamiento adecuados, en su mayoría niños? Un gran desafío, ¿verdad? Sin embargo, creo que podemos también ayudar en ese sentido. Existen organizaciones humanitarias como la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), por ejemplo, que desarrolla proyectos de agua y saneamiento en varias partes del mundo, proyectos que ayudan a salvar vidas. Por lo tanto, a través de nuestras donaciones ayudamos a estas organizaciones a llevar agua y saneamiento adecuados a las regiones más pobres del mundo, y a salvar muchas vidas preciosas.

Paulo Lopes

Paulo Lopes

¿Quién es tu prójimo?

Una de las vías de desarrollo es la solidaridad.

Paulo Lopes, 48 años, nació en Itapeva, al sur de Minas Gerais. Vive en Brasília, DF, donde actualmente es el director de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA - Brasil), una organización no gubernamental establecida por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Es Licenciado en Administración de Empresas, y tiene estudios de Teología y Contabilidad, tiene más de 17 años de experiencia en el sector sin fines de lucro. Vivió y trabajó durante 18 años en países como Angola, Mozambique, Armenia, Rusia e India. Está casado con la profesora Edra Lopes y tiene dos hijos, Paul Lucas y Marcos Paulo.