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Noé, mucho más allá de la película

Noé, mucho más allá de la película

No tengo nada en contra de la iniciativa de producir una película con la historia de Noé. La considero una idea interesante y que tiene objetivos nobles. Pero, como casi todo lo que se dice en relación a la Biblia hoy en día, está generando polémica....


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No tengo nada en contra de la iniciativa de producir una película con la historia de Noé. La considero una idea interesante y que tiene objetivos nobles. Pero, como casi todo lo que se dice en relación a la Biblia hoy en día, está generando polémica. Están los que consideran el contenido de la película una afrenta al texto bíblico original y otros que ya elogian el material por su adaptación. Como todavía no vi la película, quiero pensar un poco más allá de esas cuestiones.

Una película comercial es y siempre será una película. ¿Qué quiero decir con eso? Que para vender y conseguir audiencia ese tipo de producto necesita presentar elementos capaces de captar la atención de quien va, por ejemplo, a un cine y paga para asistir a una sesión. Es la lógica comercial hace décadas en vigencia y que funciona plenamente hoy. Digo esto para que nadie se ilusione o espere que una producción de aproximadamente 125 millones de dólares, con un nítido interés en ser un éxito en la escuela holywoodiana, haya sido pensada para otra finalidad a no ser dar lucro. Director, productores, distribuidores, todos unidos para que la película venda.

Pero, ¿y el contenido? Bien, seguramente tendrá en cuenta esa lógica comercial y no necesariamente la opinión de quien lee la Biblia en casa hace años y ya meditó en los capítulos de Génesis, que narran la trayectoria del patriarca orientado por Dios para construir un arca antes del diluvio anunciado, para destruir el mundo de la época.

Mi reacción ante una película como esa es la de sentido de oportunidad. ¿La producción no refleja exactamente lo que tal vez yo piense acerca de la biografía de Noé? Pues bien, entonces ante eso un consejo que doy es leer lo que dejó registrado el texto bíblico, inclinarme sobre otros libros de comentaristas y sacar mis propias conclusiones. Eso se llama pensar. La película fue hecha sobre todo para entretener, pero si yo quiero profundidad de conocimiento tengo libros que me ayudarán. Necesito salir de la crítica al trabajo cinematográfico y formar yo mismo mi concepción sobre el asunto.

Mi fe no necesita ser sacudida sobre lo que aprendí acerca de Noé. ¿Sabe por qué? Porque no leí solo los cuatro o cinco capítulos referentes a su vida para satisfacer mi curiosidad o para tener argumentos a fin de discutir en las redes sociales con amigos o desconocidos. Leí para ser edificado espiritualmente yo mismo. Necesitaba entender que solo un hombre muy bien relacionado con Dios podría oír tan nítidamente su voz al punto de aceptar hacer un barco gigante en un lugar donde nunca había llovido torrencialmente.
Tenía que absorber por mí mismo el concepto de que los habitantes de la tierra en los días de Noé representan a los que desprecian las enseñanzas de Dios y no confían en su amor al punto de preferir morir ahogados a entrar en un arca llena de animales y hasta insalubre, para quedar vivos.

Yo necesitaba personalmente de esas palabras alentadoras y de esa narración fantástica.
Quién sabe, comprendí mejor que los sueños de un padre para sus hijos pueden ser muchas veces frustrados ante las elecciones que ellos hacen a pesar de todo el cariño y la consideración demostrados.

En fin, Noé fuera de la película sin la interpretación de Russel Crowe, sin el maquillaje, sin escenario, sin personajes, sin luces especialmente hechas para causar sensaciones, siempre será para mí el Noé de fe, perseverancia, humildad y lealtad al Dios invisible y que se hizo presente de manera significativa en su vida.

Si alguien no cree en la historia de la Biblia y ve todo como un mito y a Noé solo como un ícono a ser explorado por otros ángulos, todo bien. Respeto. Pero yo quiero sacar ventaja de saber que las actitudes que tuvo, la manera como actuó ante el pedido inusitado del Señor y su conducta me enseñan lecciones valiosas.

Mucho se hablará sobre la película, sus especificaciones técnicas, la performance de los actores y todos los comentarios asociados. Pero le sugiero que usted profundice en Noé, un hombre visionario según la voluntad divina. Será, también, un increíble espectáculo personal.

Felipe Lemos

Felipe Lemos

Comunicación estratégica

Ideas para una mejor comunicación personal y organizativa

Periodista, especialista en marketing, comunicación corporativa y maestro en la línea de Comunicación en las Organizaciones. Autor de crónicas y artículos diversos. Gerencia la Asesoría de Comunicación de la sede sudamericana adventista, ubicada en Brasilia. @felipelemos29